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11 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Los cuerpos salvajes desde el psicoanálisis | la entrevista a PABLO RUSSO

Martes, 11 de agosto de 2015 00:00

El psicoanalista con orientación lacaniana dictó en Jujuy la conferencia sobre "Síntomas y fenómenos del cuerpo" y "Cuerpos salvajes, el valor de la vida", y una clase enmarcada en el Curso Anual 2015 "Nuevas locuras psicosis ordinarias", del Instituto "Oscar Masotta" en Jujuy.

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El psicoanalista con orientación lacaniana dictó en Jujuy la conferencia sobre "Síntomas y fenómenos del cuerpo" y "Cuerpos salvajes, el valor de la vida", y una clase enmarcada en el Curso Anual 2015 "Nuevas locuras psicosis ordinarias", del Instituto "Oscar Masotta" en Jujuy.


¿En esta temática denominada "cuerpos salvajes" habla de la manera en que el cuerpo habla?

-Sí, o la manera en la que actualmente los cuerpos sufren y por lo tanto, luego de diversas maneras, hablan. La idea de cuerpo salvaje es una contradicción, si pensamos el cuerpo humano no como organismo, el psicoanálisis lo piensa de esa manera por lo tanto en la historia que no es "salvaje". Pero la hipótesis es que en la modernidad tardía o hiper-modernidad actual y de un modo universalizado local, ciertos avances de la ciencia, del mercado, fenómenos de la época que tienen incidencias sobre los modos de vivir las dificultades de la vida, tiene un cierto impacto sobre sus cuerpos. Si bien en el final del siglo pasado y en éste ha habido en la ciencia, en la época y en el psicoanálisis una cierta vivificación del cuerpo; hoy el cuerpo se vive supuestamente más libre, tenemos información y somos más sanos, hay menos pudor, más expectativa de vida, más acceso de cosas que tienen que ver con el cuerpo. Al contrario, la hipótesis es que estos avances de la ciencia y del mercado, estas ofertas para vivir el cuerpo hoy tienen un salvajismo, cierta violencia, producen un impacto fortificante, violento sobre los cuerpos. Los ejemplos son los excesos de performance deportivas, las cirugías para arreglar desperfectos o el efecto del tiempo sobre los cuerpos, los consumos y no sólo directos sobre el cuerpo como el tipo de pastillas, para las performance como para despertarse, dormir, tener más rendimiento laboral o mantener estables los humores. También consumos de aparatos que podrían producirse encerrados en una habitación, un adolescente, y eso también tiene un impacto sobre el uso que tiene el cuerpo, que haga lazos y cómo viven hoy sobre todo los jóvenes. Al contrario de los slogans de "vivamos más sanos, mejor", produce una mortificación de cierto salvajismo y cuando esto fracasa las oferta para arreglar estas frustraciones u objetivos del cuerpo: con el gimnasio hay ofertas terapéuticas, medicaciones, terapias alternativas que también son meros parches, cierto detalle singular de cada uno y su manera de vivir su cuerpo sino que todos tenemos que ir con los imperativos. Eso va con el valor humano de la vida.

¿Entonces la idea es no dejarse llevar por eso e inclinarse por la salud mental?

-Sí, porque hay un enorme engaño y por lo tanto una frustración tarde o temprano, por eso de si come de una determinada manera hace determinada experiencia del cuerpo, vive "plenamente" su cuerpo, tiene los objetos cosméticos, hace las operaciones quirúrgicas o no para que el cuerpo sea espléndido. Eso lejos de producir más vida produce enloquecimiento con el cuerpo o persistentes fracasos que hay que operarse de nuevo, tomar más anabólicos y eso produce estragos en el cuerpo al contrario de la supuesta vida plena que nos proponen. Nunca vamos a estar a tono con los imperativos de rendimiento, belleza, moda y felicidad. A veces vienen a ver un psicoanalista y encuentran que la singularidad de su modo de vivir, los problemas con su cuerpo no son los de todo el mundo y encuentran una dignidad que tiene que ver con su singularidad única y no con la del mercado. A veces le da la oportunidad de saber otras cosas sobre sus síntomas y su cuerpo que no es un parche, un paliativo, un artificio más y eso demuestra que, pueden encontrar otro modo de arreglárselas con la vida, con el cuerpo distinto, un poco a contrapelo de la época.

¿Es tan dañino el culto a la belleza como el culto al naturismo, las dietas extremas?

-Hay una contradicción muy evidente en los imperativos porque puede ser que el naturismo sea muy sano, y las dietas para que el cuerpo viva mejor, pero en las propuestas para llevar adelante eso hay un exceso, dedicarte a eso, y eso llega a un punto que algunos les puede servir para organizar su vida pero siempre va a llevar a cierto fracaso. No hay manera de lograr el todo, porque el cuerpo humano es imperfecto, frágil, el tiempo lo altera, el amor es un tema difícil, conflictivo, qué se va hacer, qué partenaire se va a elegir.

¿La clave está en entender la singularidad del sujeto, y lo mismo en cuanto a su salud mental?

Todos somos únicos, tenemos nuestras dificultades, síntomas, locuras pero especialmente con el cuerpo. También hay un uso salvaje del cuerpo en toda la historia, pero también hay una relación que uno vive como salvaje con su cuerpo, el ser humano vive el cuerpo como ajeno, que no domina, que a veces se hace presenta o no habla, donde uno habita y tienen experiencias que a veces son extrañas, nos marcan, y en la relación con nuestro propio cuerpo, lo síntomas y embrollos que encontramos son singulares. Cada uno hace con eso lo que puede y jamás podría hacer lo que todos hacen.

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