El uso de la
factura electrónica, que rige desde este mes para todos los contribuyentes que emiten comprobantes del tipo A y B, genera un ahorro económico de hasta el 90 por ciento respecto del tradicional método de papel, según una especialista.
La resolución 3749/2015 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (
Afip) establece que
desde el 1 de julio los contribuyentes que emitan facturas, recibos, notas de crédito/débito tipo "A" y tipo "B", deben operar con factura electrónica.
Según la directora de Edicom, empresa de soluciones informáticas, Diana Salazar, la utilización de este nuevo sistema genera beneficios tanto para los emisores de comprobantes como para el entorno socioeconómico.
"La factura electrónica es un elemento clave para mejorar cuestiones operativas y de relacionamiento de las organizaciones. Su uso conlleva importantes beneficios. Hace más eficiente la actividad en el sector público, y es un fuerte dinamizador del negocio en el ámbito privado", señaló la experta. Precisó que la empresa o profesional usuario se beneficia con un "ahorro económico de hasta el 90% en comparación con el proceso tradicional", y con un incremento de la "productividad y agilidad en el proceso, y menores tiempos de entrega de la factura y, por tanto, de su cobro". A su vez, consideró que la obligatoriedad de implementar esta modalidad "facilita que las Pymes puedan adoptar otras nuevas tecnologías en la empresa y abrirse al comercio internacional".
El uso de la
factura electrónica, que rige desde este mes para todos los contribuyentes que emiten comprobantes del tipo A y B, genera un ahorro económico de hasta el 90 por ciento respecto del tradicional método de papel, según una especialista.
La resolución 3749/2015 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (
Afip) establece que
desde el 1 de julio los contribuyentes que emitan facturas, recibos, notas de crédito/débito tipo "A" y tipo "B", deben operar con factura electrónica.
Según la directora de Edicom, empresa de soluciones informáticas, Diana Salazar, la utilización de este nuevo sistema genera beneficios tanto para los emisores de comprobantes como para el entorno socioeconómico.
"La factura electrónica es un elemento clave para mejorar cuestiones operativas y de relacionamiento de las organizaciones. Su uso conlleva importantes beneficios. Hace más eficiente la actividad en el sector público, y es un fuerte dinamizador del negocio en el ámbito privado", señaló la experta. Precisó que la empresa o profesional usuario se beneficia con un "ahorro económico de hasta el 90% en comparación con el proceso tradicional", y con un incremento de la "productividad y agilidad en el proceso, y menores tiempos de entrega de la factura y, por tanto, de su cobro". A su vez, consideró que la obligatoriedad de implementar esta modalidad "facilita que las Pymes puedan adoptar otras nuevas tecnologías en la empresa y abrirse al comercio internacional".