River Plate clasificó anoche a la final de la
Copa Libertadores al empatar con
Guaraní en Asunción, Paraguay, uno a uno. En el choque de ida, el equipo argentino había ganado dos a cero y de esta manera alcanzó el gran objetivo: poder pelear por el título continental después de 19 años.
En el primer tiempo, el "millonario" controló el trámite merced al buen trabajo del mediocampo, con Kranevitter inspirado y las subidas de Sánchez por derecha.
Y la situación más clara fue un zapatazo de "Pitty" Martínez por derecha que pasó a centímetros del travesaño. El local intentaba, pero su alarmante falta de ideas arriba imposibilitaba llegar con riesgo. Eso sí, en el cierre de la etapa, Benítez sacó un tiro de fuera del área que obligó a lucirse a Barovero.
La preocupación se instalaba en la cancha porque los minutos pasaban y no se podía descontar aquel 2 a 0 sufrido en el estadio Monumental la semana pasada.
Pero en el complemento, el gol de Fernández tras una falla defensiva hizo renovar las ilusiones para el local.
River se sintió tocado y fueron minutos de incertidumbre, pero después volvió a acomodarse en el campo y fue determinante el ingreso del uruguayo Viudez, quien le dio claridad a los ataques. Primero habilitó al ingresado Cavenaghi, quien no pudo darle dirección a su tiro, y posteriormente dejó mano a mano a Alario frente a Aguilar y el exColón decretó el merecido uno a uno y pase a la final. Sánchez pudo liquidar la historia de contragolpe, pero no le pegó demasiado suave.
Ahora River va por la gloria.
River Plate clasificó anoche a la final de la
Copa Libertadores al empatar con
Guaraní en Asunción, Paraguay, uno a uno. En el choque de ida, el equipo argentino había ganado dos a cero y de esta manera alcanzó el gran objetivo: poder pelear por el título continental después de 19 años.
En el primer tiempo, el "millonario" controló el trámite merced al buen trabajo del mediocampo, con Kranevitter inspirado y las subidas de Sánchez por derecha.
Y la situación más clara fue un zapatazo de "Pitty" Martínez por derecha que pasó a centímetros del travesaño. El local intentaba, pero su alarmante falta de ideas arriba imposibilitaba llegar con riesgo. Eso sí, en el cierre de la etapa, Benítez sacó un tiro de fuera del área que obligó a lucirse a Barovero.
La preocupación se instalaba en la cancha porque los minutos pasaban y no se podía descontar aquel 2 a 0 sufrido en el estadio Monumental la semana pasada.
Pero en el complemento, el gol de Fernández tras una falla defensiva hizo renovar las ilusiones para el local.
River se sintió tocado y fueron minutos de incertidumbre, pero después volvió a acomodarse en el campo y fue determinante el ingreso del uruguayo Viudez, quien le dio claridad a los ataques. Primero habilitó al ingresado Cavenaghi, quien no pudo darle dirección a su tiro, y posteriormente dejó mano a mano a Alario frente a Aguilar y el exColón decretó el merecido uno a uno y pase a la final. Sánchez pudo liquidar la historia de contragolpe, pero no le pegó demasiado suave.
Ahora River va por la gloria.