La investigación sobre la muerte del fiscal de la
causa Amia, Alberto
Nisman cumplió ayer seis meses y aún no arrojó resultados para determinar si fue asesinado o se suicidó aquel 18 de enero en su departamento de
Puerto Madero, aunque se espera una definición en breve.
La fiscal
Viviana Fein, a cargo de la investigación en estos meses, ya recibió varios informes sobre la junta médica, el informe criminalístico y ahora aguarda un peritaje tecnológico sobre las computadoras y el celular del extitular de la Unidad Amia.
No obstante, la investigación se encamina hacia la hipótesis del suicidio aunque la querella, a cargo de la jueza federal de San Isidro
Sandra Arroyo Salgado, exmujer de Nisman, insiste con la teoría del asesinato.
La junta médica entregó un informe dividido, dado que para los peritos oficiales la hora de la muerte data del domingo al mediodía, mientras que para la querella abarca hasta el sábado a la noche.
No es un dato menor, pues el empleado informático
Diego Lagomarsino reconoció que fue en dos oportunidades ese sábado al departamento de Nisman en la torre Le Parc de Puerto Madero, para hacerle entrega del arma calibre 22 desde la cual salió el disparo que terminó con la vida del fiscal.
Por el momento, Lagomarsino, quien explicó que el fiscal le pidió prestada su arma por seguridad, sólo fue imputado por la fiscal por la entrega no así por la muerte de Nisman. Otro punto de divergencia en la junta médica fue si existió "espasmo cadavérico" en la mano de Nisman que habría empuñado el arma: Para los peritos oficiales sí lo hubo -lo que implicaría que él accionó el gatillo- en tanto que la querella lo negó y dijo que el fiscal incluso agonizó.
Tampoco se pusieron de acuerdo sobre los golpes que presentaba Nisman en su cabeza y una de sus piernas, pues para los peritos de la querella pudo haber sido producto de un gesto defensivo, en tanto para los oficiales fue producto de la caída libre del cuerpo una vez que se disparó.
Para elaborar un dictamen final, la fiscal Fein aguarda el estudio el área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana sobre las computadoras de Nisman encontradas en su departamento y sus teléfonos celulares.
Es que se detectaron intromisiones a una de las notebook del fiscal encontrada en su departamento, para cuando él ya estaba muerto, pero se sospecha que pudo haber sido una intromisión remota y no en persona.
La investigación sobre la muerte del fiscal de la
causa Amia, Alberto
Nisman cumplió ayer seis meses y aún no arrojó resultados para determinar si fue asesinado o se suicidó aquel 18 de enero en su departamento de
Puerto Madero, aunque se espera una definición en breve.
La fiscal
Viviana Fein, a cargo de la investigación en estos meses, ya recibió varios informes sobre la junta médica, el informe criminalístico y ahora aguarda un peritaje tecnológico sobre las computadoras y el celular del extitular de la Unidad Amia.
No obstante, la investigación se encamina hacia la hipótesis del suicidio aunque la querella, a cargo de la jueza federal de San Isidro
Sandra Arroyo Salgado, exmujer de Nisman, insiste con la teoría del asesinato.
La junta médica entregó un informe dividido, dado que para los peritos oficiales la hora de la muerte data del domingo al mediodía, mientras que para la querella abarca hasta el sábado a la noche.
No es un dato menor, pues el empleado informático
Diego Lagomarsino reconoció que fue en dos oportunidades ese sábado al departamento de Nisman en la torre Le Parc de Puerto Madero, para hacerle entrega del arma calibre 22 desde la cual salió el disparo que terminó con la vida del fiscal.
Por el momento, Lagomarsino, quien explicó que el fiscal le pidió prestada su arma por seguridad, sólo fue imputado por la fiscal por la entrega no así por la muerte de Nisman. Otro punto de divergencia en la junta médica fue si existió "espasmo cadavérico" en la mano de Nisman que habría empuñado el arma: Para los peritos oficiales sí lo hubo -lo que implicaría que él accionó el gatillo- en tanto que la querella lo negó y dijo que el fiscal incluso agonizó.
Tampoco se pusieron de acuerdo sobre los golpes que presentaba Nisman en su cabeza y una de sus piernas, pues para los peritos de la querella pudo haber sido producto de un gesto defensivo, en tanto para los oficiales fue producto de la caída libre del cuerpo una vez que se disparó.
Para elaborar un dictamen final, la fiscal Fein aguarda el estudio el área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana sobre las computadoras de Nisman encontradas en su departamento y sus teléfonos celulares.
Es que se detectaron intromisiones a una de las notebook del fiscal encontrada en su departamento, para cuando él ya estaba muerto, pero se sospecha que pudo haber sido una intromisión remota y no en persona.