"Quisiera referirme de modo especial a ustedes, mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y abnegación han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por la guerra", dijo el Santo Padre ayer a la mañana en el anteúltimo día de su gira por Sudamérica.
En la explanada del imponente santuario mariano dijo que las mujeres, "han vivido situaciones muy pero muy difíciles, que desde una lógica común sería contraria a toda fe".
"Ustedes, al igual que María, impulsadas y sostenidas por su ejemplo, siguieron creyentes, inclusive esperando contra toda esperanza. Cuando todo parecía derrumbarse, junto a María se decían: "No temamos, el Señor está con nosotras, está con nuestro Pueblo, con nuestras familias, hagamos lo que Él nos diga'", expresó el pontífice ante los fieles.
Después agregó que las mujeres "encontraron ayer y encuentran hoy la fuerza para no dejar que esta tierra se desmadre. Dios bendiga ese tesón, Dios bendiga y aliente su fe, Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América".
Visita a hospital pediátrico
Antes de arribar a tierra caacupeña, el Sumo Pontífice visitó el hospital pediátrico "Acosta Ñu", donde le dijo a los pequeños internados y al personal médico que "los niños están dentro de los predilectos de Jesús". "No es que no quiera a los grandes, pero se sentía feliz cuando podía estar con ellos. Disfrutaba mucho de su amistad y compañía. Pero no sólo quería tenerlos cerca, sino que, aún más, los ponía como ejemplo", destacó Francisco y agregó que Jesús "mira y dice: "aprendan de ellos. Debemos aprender de ustedes, de su confianza, alegría, ternura'".
Finalmente, les dijo a los niños, sus familias y el personal del hospital que "donde está Jesús está María, la Virgen de Caacupé. Pidámosle a ella, que los proteja con su manto, que interceda por ustedes y por sus familias. Y no se olviden, de rezar por mí. Estoy seguro que sus oraciones llegan al cielo", concluyó.
"Quisiera referirme de modo especial a ustedes, mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y abnegación han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por la guerra", dijo el Santo Padre ayer a la mañana en el anteúltimo día de su gira por Sudamérica.
En la explanada del imponente santuario mariano dijo que las mujeres, "han vivido situaciones muy pero muy difíciles, que desde una lógica común sería contraria a toda fe".
"Ustedes, al igual que María, impulsadas y sostenidas por su ejemplo, siguieron creyentes, inclusive esperando contra toda esperanza. Cuando todo parecía derrumbarse, junto a María se decían: "No temamos, el Señor está con nosotras, está con nuestro Pueblo, con nuestras familias, hagamos lo que Él nos diga'", expresó el pontífice ante los fieles.
Después agregó que las mujeres "encontraron ayer y encuentran hoy la fuerza para no dejar que esta tierra se desmadre. Dios bendiga ese tesón, Dios bendiga y aliente su fe, Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América".
Visita a hospital pediátrico
Antes de arribar a tierra caacupeña, el Sumo Pontífice visitó el hospital pediátrico "Acosta Ñu", donde le dijo a los pequeños internados y al personal médico que "los niños están dentro de los predilectos de Jesús". "No es que no quiera a los grandes, pero se sentía feliz cuando podía estar con ellos. Disfrutaba mucho de su amistad y compañía. Pero no sólo quería tenerlos cerca, sino que, aún más, los ponía como ejemplo", destacó Francisco y agregó que Jesús "mira y dice: "aprendan de ellos. Debemos aprender de ustedes, de su confianza, alegría, ternura'".
Finalmente, les dijo a los niños, sus familias y el personal del hospital que "donde está Jesús está María, la Virgen de Caacupé. Pidámosle a ella, que los proteja con su manto, que interceda por ustedes y por sus familias. Y no se olviden, de rezar por mí. Estoy seguro que sus oraciones llegan al cielo", concluyó.