Julio Chavez pasó por Jujuy y dio cátedra de actuación, tal como lo había anunciado alguna crítica de esta puesta que lo está llevando de gira por el país en estos momentos, "Red", sobre la historia del artista plástico Mark Rothko.
La función en nuestro Teatro Mitre fue en la noche del viernes, a sala llena, y con algunas quejas del público por los lugares que no permiten una buena visión sobre todo en las tertulias y galerías, a pesar del costo de la entrada.
Si bien es cierto que el trabajo de Chavez es impecable, también hay que destacar la participación a la altura de su partenaire, Gerardo Otero.
Chavez es Marcus Rothkowitz, el reconocido pintor estadounidense fallecido en los '70, más conocido como Mark Rothko, y Otero su asistente dentro de la obra.
El actor logra convencer de que realmente es el personaje, con una naturalidad, que da la impresión que ya no le cuesta.
Es perfecto el trabajo pero lo hace sin mayores esfuerzos.
Como si la voz y el cuerpo de Chavez actuaran solos, por inercia, por el sólo contacto con las tablas.
El texto
El texto también es una gran parte de esta puesta altamente recomendable, que tuvo a toda una platea de pie aplaudiendo ante cada cierre de escena.
Rothko conversa en cada momento con su asistente, que también es pintor, y desanda los más profundos conceptos de la vida que lo atraviesan a la hora de expresarse.
Habla de los significados en su arte de cada uno de los colores, y de a ratos deja que se exprese, ese hombre que trabaja para él, pero que no reconoce como artista.
Hacia el final, entenderá que la voz de su empleado es la que lo hará desistir de un "negocio" imperdible para sus obras, al que se sintió totalmente seducido, a pesar de sus convicciones filosóficas.
La vida de Rothko termina pintada de negro, y la soberbia que lo caracterizó toda su vida a la hora de hablar del arte de otros artistas, pareciera morir con él.
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Julio Chavez pasó por Jujuy y dio cátedra de actuación, tal como lo había anunciado alguna crítica de esta puesta que lo está llevando de gira por el país en estos momentos, "Red", sobre la historia del artista plástico Mark Rothko.
La función en nuestro Teatro Mitre fue en la noche del viernes, a sala llena, y con algunas quejas del público por los lugares que no permiten una buena visión sobre todo en las tertulias y galerías, a pesar del costo de la entrada.
Si bien es cierto que el trabajo de Chavez es impecable, también hay que destacar la participación a la altura de su partenaire, Gerardo Otero.
Chavez es Marcus Rothkowitz, el reconocido pintor estadounidense fallecido en los '70, más conocido como Mark Rothko, y Otero su asistente dentro de la obra.
El actor logra convencer de que realmente es el personaje, con una naturalidad, que da la impresión que ya no le cuesta.
Es perfecto el trabajo pero lo hace sin mayores esfuerzos.
Como si la voz y el cuerpo de Chavez actuaran solos, por inercia, por el sólo contacto con las tablas.
El texto
El texto también es una gran parte de esta puesta altamente recomendable, que tuvo a toda una platea de pie aplaudiendo ante cada cierre de escena.
Rothko conversa en cada momento con su asistente, que también es pintor, y desanda los más profundos conceptos de la vida que lo atraviesan a la hora de expresarse.
Habla de los significados en su arte de cada uno de los colores, y de a ratos deja que se exprese, ese hombre que trabaja para él, pero que no reconoce como artista.
Hacia el final, entenderá que la voz de su empleado es la que lo hará desistir de un "negocio" imperdible para sus obras, al que se sintió totalmente seducido, a pesar de sus convicciones filosóficas.
La vida de Rothko termina pintada de negro, y la soberbia que lo caracterizó toda su vida a la hora de hablar del arte de otros artistas, pareciera morir con él.
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