Por más de una razón, y todas de un vigor significativo, a la selección de Chile se le presenta una oportunidad de oro para consumar un logro esquivo en 99 años: dar la vuelta olímpica en la máxima competencia del área de Sudamérica y una de las más añejas de la historia del fútbol.
Seis han sido las veces en las que el hermano país trasandino ha organizado la Copa América y en un total de cuatro su representativo ha terminado en el segundo puesto, pero jamás antes, incluso con equipos competentes y probados, ha sabido atesorar un material tan lujoso como el que administra el entrenador argentino Jorge Sampaoli.
Un material, eso sí, que está a salvo de los efectos colaterales del exceso de juventud que conspira contra el punto de cocción y un eventual despegue hacia la cúspide.
Claudio Bravo, premio Zamora en el arco del Barcelona en la liga de España, tiene 32 años; el guerrero Gary Medel, figura del Internazionale de Milan, tiene 27; Mauricio Isla, del Queens Park Rangers de la Premier League, anda por los 26; Gonzalo Jara, del Mainz 05 de la Bundesliga, por los 29; Marcelo Díaz, del Hamburgo, 28; Eduardo Vargas, también del Queens Park Rangers, 25; y las dos estrellas, Arturo Vidal y Alexis Sánchez, son ya dos veteranos jóvenes: el todocampista de Juventus tiene 28 y el delantero del Arsenal tiene 26.
Un "tri" descolorido
Desvelado sin pudores por su cita de honor en la Copa de Oro de la Concacaf y a la vez con la excusa perfecta a mano, la selección de México jugará la segunda Copa América consecutiva con una formación de suplentes, aunque esta vez contará con refuerzos calificados, por ejemplo el patriarca Rafael Márquez. Han querido los caprichos del almanaque, que la Copa América termine el 4 de julio, esto es, tres días antes del comienzo de la Copa de Oro de modo que el entrenador Miguel Herrera se vio forzado a meter bisturí.
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Por más de una razón, y todas de un vigor significativo, a la selección de Chile se le presenta una oportunidad de oro para consumar un logro esquivo en 99 años: dar la vuelta olímpica en la máxima competencia del área de Sudamérica y una de las más añejas de la historia del fútbol.
Seis han sido las veces en las que el hermano país trasandino ha organizado la Copa América y en un total de cuatro su representativo ha terminado en el segundo puesto, pero jamás antes, incluso con equipos competentes y probados, ha sabido atesorar un material tan lujoso como el que administra el entrenador argentino Jorge Sampaoli.
Un material, eso sí, que está a salvo de los efectos colaterales del exceso de juventud que conspira contra el punto de cocción y un eventual despegue hacia la cúspide.
Claudio Bravo, premio Zamora en el arco del Barcelona en la liga de España, tiene 32 años; el guerrero Gary Medel, figura del Internazionale de Milan, tiene 27; Mauricio Isla, del Queens Park Rangers de la Premier League, anda por los 26; Gonzalo Jara, del Mainz 05 de la Bundesliga, por los 29; Marcelo Díaz, del Hamburgo, 28; Eduardo Vargas, también del Queens Park Rangers, 25; y las dos estrellas, Arturo Vidal y Alexis Sánchez, son ya dos veteranos jóvenes: el todocampista de Juventus tiene 28 y el delantero del Arsenal tiene 26.
Un "tri" descolorido
Desvelado sin pudores por su cita de honor en la Copa de Oro de la Concacaf y a la vez con la excusa perfecta a mano, la selección de México jugará la segunda Copa América consecutiva con una formación de suplentes, aunque esta vez contará con refuerzos calificados, por ejemplo el patriarca Rafael Márquez. Han querido los caprichos del almanaque, que la Copa América termine el 4 de julio, esto es, tres días antes del comienzo de la Copa de Oro de modo que el entrenador Miguel Herrera se vio forzado a meter bisturí.
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