Las horas previas al encuentro entre
Argentina y
Colombia por los cuartos de final de la
Copa América en Viña del Mar encontraron para los hinchas de ambos equipos un clima ideal, pero también un camino largo y sinuoso hasta el estadio "Sausalito". A medida que se fueron acercando, con varios periodistas dispuestos a retirar sus credenciales en el centro de prensa contiguo al estadio, se toparon con una lomada capaz de generar calor en el invierno chileno. Los argentinos se quejaron de la cuesta en el cerro Sausalito, del esfuerzo en el sendero cuyo destino tuvo al escenario de Argentina-Colombia. Aquel que de escasa capacidad física soltó un "che, ¡está loma está pronunciada!", al tiempo que afirmó cada pie para tomar el impulso necesario sin mirar atrás. Para un grupo de colombianos, la tarea resultó sencilla, acostumbrados a caminar ese tipo de superficies en su tierra natal. "Estos argentinos se quejan de nada", le esgrimió un colombiano a otro mientras las luces del estadio quedaron más cerca. Del calor por los rayos de sol y lo empinado de la calle ingresaron a otro tipo de clima, que fue un sosiego para descansar unos minutos en una de las tantas sillas para trabajar. El cantautor Joan Manuel Serrat hubiese aceptado con gusto ver Argentina-Colombia porque en cancha estuvo uno de sus jugadores predilectos:
Lionel Messi. Seguramente, si hubiese hecho a pie el trayecto al coqueto y flamante Sausalito, habría recordado la canción 'Fiesta', de 1970, una de sus canciones más emblemáticas: "Vamos subiendo la cuesta, que arriba mi calle, se vistió de fiesta".