El Vaticano accedió a cambiar la sede de la misa campal que oficiará el Papa Francisco el 6 de julio en Guayaquil ante la falta de condiciones de seguridad del terreno elegido inicialmente por el líder religioso, anunciaron ayer el gobierno y la iglesia Católica de Ecuador.
El acto religioso, al que se espera que asistan al menos 1,2 millones de fieles, se realizará en el Parque Los Samanes, de 851 hectáreas, y dotado de varios accesos, y no en el Santuario de la Divina Misericordia, de unas 40 hectáreas y ubicado a las afueras de Guayaquil (suroeste), como se había informado en principio. "La decisión del Papa Francisco de oficiar la misa en Los Samanes la ha tomado para favorecer la máxima participación de los fieles", escribió el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, en su cuenta de Twitter.
El Papa visitará Ecuador entre el 5 y el 8 de julio, y oficiará dos misas a cielo abierto, una en Guayaquil y otra en Quito.
Hace una semana, el gobierno de Ecuador advirtió que el santuario en Guayaquil, que había elegido el Papa para su encuentro con los fieles, según la Iglesia ecuatoriana, no reunía las condiciones de seguridad para los asistentes por la irregularidad del terreno. Incluso advirtió sobre el riesgo de una avalancha humana.
El gendarme financiero del Vaticano, declaró haber recibido documentación sobre 147 posibles transacciones ilegales en 2014.
"Pensando en el bien de los fieles, quienes anhelan poder encontrarse con su Pastor, (se) presentó al Santo Padre la posibilidad de aceptar un cambio en el programa, anteriormente concordado", lo que fue acogido por el Vaticano, dijo la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) en un comunicado.
En consecuencia, el jefe de la Iglesia Católica, de 78 años, realizará una "breve visita" al Santuario de la Divina Misericordia y luego oficiará la misa campal en el Parque Los Samanes, según la nueva agenda publicada por la CEE. "Guayaquil estará inmensamente feliz con la decisión del pastor de la Iglesia católica. A prepararnos con alegría para tan histórica visita", comentó Patiño.
La discusión en torno al lugar más propicio para la misa papal en Guayaquil se saldó con una víctima política: El gobernador Rolando Panchana, quien fue destituido hace una semana por sugerir el cambio de sede alegando la falta de condiciones del santuario y sus alrededores.
Por otra parte, el sumo pontífice recibió ayer en el Vaticano a un grupo de niños con diferentes discapacidades, con los que se sacaron fotos y comieron algunas golosinas.
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