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Peligro al combatir la pediculosis en niños

Domingo, 03 de mayo de 2015 00:00
PEDICULOSIS / USO DE PRODUCTOS VETERINARIOS AL MOMENTO DE COMBATIR PIOJOS.
Un investigador de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) encuestó a veterinarios de Mendoza y San Juan y encontró que casi el 97% de ellos recibe pedidos para usar una pipeta y un aerosol para matar piojos en niños y adultos, aunque no están indicados en seres humanos.
La alerta la dio Manuel Guevara, veterinario y docente del área de Farmacología de esa facultad, quien realizó una encuesta entre más de treinta veterinarios de las provincias de Mendoza y San Juan para comprobar que la gran mayoría recibió solicitudes de sus clientes para usar estos productos para el tratamiento de la pediculosis en niños y personas mayores.
Se trata de una pipeta que aplica dos o tres gotas del producto sobre el cuero cabelludo y de un aerosol que se rocía sobre la cabeza que, en ambos casos, "contienen gran variedad de principios activos cuyos efectos no están probados en seres humanos".
Los fármacos en cuestión son el fipronil (un insecticida de amplio espectro que se comercializa desde 1994 para el control de pulgas y garrapatas en perros y gatos), que viene en pipetas y encabezó la lista de productos pedidos a los veterinarios; y el propoxur, droga que contienen los aerosoles veterinarios, ambos de venta libre.
"El problema es que no están indicados, no hay estudios hechos en seres humanos, por lo cual no se sabe qué puede pasar", remarcó Guevara, quien publicó el resultado de este estudio en una revista de divulgación veterinaria y en otra científica.
"En los últimos tiempos se ha observado un incremento en la solicitud de productos de uso veterinario para combatir la pediculosis en seres humanos, como consecuencia de la creciente falta de efectividad de los tratamientos químicos convencionales contra los piojos", advirtieron ayer en un comunicado.
"El problema es que la indicación de estos fármacos se realiza de manera totalmente informal", alertaron desde la UNCuyo, tendiendo en cuenta que no están comprobadas las consecuencias que pueden tener en la salud humana.
Guevara desaconsejó su utilización ya que los médicos y los médicos veterinarios "tenemos la obligación de velar por la salud pública y debemos ser conscientes de las consecuencias que conlleva la utilización indebida de medicamentos no aprobados para uso en seres humanos".
Según comentó, "a un profesional le habían pedido uno de estos fármacos desde un asilo de ancianos, indicado por la directora del lugar que era médica".
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Un investigador de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) encuestó a veterinarios de Mendoza y San Juan y encontró que casi el 97% de ellos recibe pedidos para usar una pipeta y un aerosol para matar piojos en niños y adultos, aunque no están indicados en seres humanos.
La alerta la dio Manuel Guevara, veterinario y docente del área de Farmacología de esa facultad, quien realizó una encuesta entre más de treinta veterinarios de las provincias de Mendoza y San Juan para comprobar que la gran mayoría recibió solicitudes de sus clientes para usar estos productos para el tratamiento de la pediculosis en niños y personas mayores.
Se trata de una pipeta que aplica dos o tres gotas del producto sobre el cuero cabelludo y de un aerosol que se rocía sobre la cabeza que, en ambos casos, "contienen gran variedad de principios activos cuyos efectos no están probados en seres humanos".
Los fármacos en cuestión son el fipronil (un insecticida de amplio espectro que se comercializa desde 1994 para el control de pulgas y garrapatas en perros y gatos), que viene en pipetas y encabezó la lista de productos pedidos a los veterinarios; y el propoxur, droga que contienen los aerosoles veterinarios, ambos de venta libre.
"El problema es que no están indicados, no hay estudios hechos en seres humanos, por lo cual no se sabe qué puede pasar", remarcó Guevara, quien publicó el resultado de este estudio en una revista de divulgación veterinaria y en otra científica.
"En los últimos tiempos se ha observado un incremento en la solicitud de productos de uso veterinario para combatir la pediculosis en seres humanos, como consecuencia de la creciente falta de efectividad de los tratamientos químicos convencionales contra los piojos", advirtieron ayer en un comunicado.
"El problema es que la indicación de estos fármacos se realiza de manera totalmente informal", alertaron desde la UNCuyo, tendiendo en cuenta que no están comprobadas las consecuencias que pueden tener en la salud humana.
Guevara desaconsejó su utilización ya que los médicos y los médicos veterinarios "tenemos la obligación de velar por la salud pública y debemos ser conscientes de las consecuencias que conlleva la utilización indebida de medicamentos no aprobados para uso en seres humanos".
Según comentó, "a un profesional le habían pedido uno de estos fármacos desde un asilo de ancianos, indicado por la directora del lugar que era médica".
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