LIBERTADOR (Agencia). En
Libertador la comunidad de la
Parroquia Nuestra Señora y Señor del Milagro celebró la resurrección de Jesús, el triunfo de la vida sobre la muerte para siempre, la gran demostración del amor de Jesús que se despoja de todo hasta de su propia vida, para salvarnos.
En esta celebración se bautizaron siete niños, luego de iniciada la misa con la bendición de la Luz, se realizó como todos los años el cambio del cirio pascual, luego se escucharon las siete lecturas del antiguo y nuevo testamento, seguidamente el padre Ernesto Vilte hizo la bendición del agua. Fueron dos tachos de 200 litros cada uno junto a numerosos envases que llevaran los feligreses.
Al realizarse las lecturas los jóvenes de la parroquia representaron las distintas instancias de la resurrección de Jesús.
La proclamación
El padre Vilte en la proclamación del evangelio explicó que la iglesia estaba celebrando "el triunfo de la vida sobre la muerte y que Jesús el hijo de Dios está vivo, que resucitó en cada uno de nosotros para darnos una vida nueva, para que la tengamos en abundancia, para que seamos hombres nuevos en la fe y en la esperanza".
Agregó que "en ninguna otra ocasión se ha acercado tanto Dios al hombre como en el momento de la resurrección de Jesús, por eso mismo esa presencia suya es tan única y tan extremadamente fuerte".
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Libertador la comunidad de la
Parroquia Nuestra Señora y Señor del Milagro celebró la resurrección de Jesús, el triunfo de la vida sobre la muerte para siempre, la gran demostración del amor de Jesús que se despoja de todo hasta de su propia vida, para salvarnos.
En esta celebración se bautizaron siete niños, luego de iniciada la misa con la bendición de la Luz, se realizó como todos los años el cambio del cirio pascual, luego se escucharon las siete lecturas del antiguo y nuevo testamento, seguidamente el padre Ernesto Vilte hizo la bendición del agua. Fueron dos tachos de 200 litros cada uno junto a numerosos envases que llevaran los feligreses.
Al realizarse las lecturas los jóvenes de la parroquia representaron las distintas instancias de la resurrección de Jesús.
La proclamación
El padre Vilte en la proclamación del evangelio explicó que la iglesia estaba celebrando "el triunfo de la vida sobre la muerte y que Jesús el hijo de Dios está vivo, que resucitó en cada uno de nosotros para darnos una vida nueva, para que la tengamos en abundancia, para que seamos hombres nuevos en la fe y en la esperanza".
Agregó que "en ninguna otra ocasión se ha acercado tanto Dios al hombre como en el momento de la resurrección de Jesús, por eso mismo esa presencia suya es tan única y tan extremadamente fuerte".