El pontífice también pidió "a todos los responsables que redoblen sus esfuerzos para poner fin a semejante violencia", en un telegrama enviado al presidente de la conferencia episcopal de Kenia, el cardenal John Njue.
En ese texto, el Papa dice estar "profundamente entristecido por la inmensa y trágica pérdida de vidas humanas" en el ataque.
Los shebab sorprendieron a los estudiantes mientras dormían, les lanzaron granadas y les dispararon. En primer lugar, mataron a decenas de jóvenes de forma indiscriminada, antes de separarlos en musulmanes y cristianos. Luego perdonaron la vida a los primeros y retuvieron a los segundos.
Por su parte, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano Raniero Cantalamessa, condenó la "furia yihadista de los extremistas somalíes" que asaltaron la universidad keniana.
"Los cristianos", destacó el predicador, "no son las únicas víctimas de la violencia homicida en el mundo, pero no se puede ignorar que son las víctimas designadas y las más frecuentes en numerosos países".
El pontífice también pidió "a todos los responsables que redoblen sus esfuerzos para poner fin a semejante violencia", en un telegrama enviado al presidente de la conferencia episcopal de Kenia, el cardenal John Njue.
En ese texto, el Papa dice estar "profundamente entristecido por la inmensa y trágica pérdida de vidas humanas" en el ataque.
Los shebab sorprendieron a los estudiantes mientras dormían, les lanzaron granadas y les dispararon. En primer lugar, mataron a decenas de jóvenes de forma indiscriminada, antes de separarlos en musulmanes y cristianos. Luego perdonaron la vida a los primeros y retuvieron a los segundos.
Por su parte, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano Raniero Cantalamessa, condenó la "furia yihadista de los extremistas somalíes" que asaltaron la universidad keniana.
"Los cristianos", destacó el predicador, "no son las únicas víctimas de la violencia homicida en el mundo, pero no se puede ignorar que son las víctimas designadas y las más frecuentes en numerosos países".