El administrador del edificio de Ravignani 2337, donde Jorge
Mangeri también trabajaba como encargado, y una empleada suya, contaron ayer en el juicio por el crimen de
Ángeles Rawson que el día que éste denunció haber sufrido el primer "apriete" policial para que se haga cargo del crimen, pasó por una oficina del barrio de Belgrano a cobrar su sueldo de 2.500 pesos.
El primero en contar esto hoy ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 fue el administrador Ernesto Schuller, quien primero explicó que desde que él se hizo cargo de ese edificio, Mangeri ya estaba trabajando como encargado "part time, no permanente".
Schuller relató que por los registros que tiene, el jueves 13 de junio de 2013, "Mangeri pasó a cobrar por la oficina" ubicada en la calle Amenábar al 1900, entre Sucre y Echeverría, y fue atendido por dos de sus empleadas.
Uno de ellas, Cristina Yolanda Mazzanti, declaró en el juicio y dio algunos más detalles sobre el paso de Mangeri por la oficina y sobre la charla que tuvieron en torno a lo que había pasado en el otro edificio en el que él trabajaba con la chica Ángeles Rawson.
"Le preguntamos por el lío que había en el edificio y si sabía algo. Nos comentó que conocía a Ángeles desde los cinco años. La conversación era triste. 'A la empleada la están buscando, estaba la empleada en la casa', nos dijo", recordó la testigo.
También relató que les comentó que se "estaba haciendo estudios porque no se sentía bien".
El administrador del edificio de Ravignani 2337, donde Jorge
Mangeri también trabajaba como encargado, y una empleada suya, contaron ayer en el juicio por el crimen de
Ángeles Rawson que el día que éste denunció haber sufrido el primer "apriete" policial para que se haga cargo del crimen, pasó por una oficina del barrio de Belgrano a cobrar su sueldo de 2.500 pesos.
El primero en contar esto hoy ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 fue el administrador Ernesto Schuller, quien primero explicó que desde que él se hizo cargo de ese edificio, Mangeri ya estaba trabajando como encargado "part time, no permanente".
Schuller relató que por los registros que tiene, el jueves 13 de junio de 2013, "Mangeri pasó a cobrar por la oficina" ubicada en la calle Amenábar al 1900, entre Sucre y Echeverría, y fue atendido por dos de sus empleadas.
Uno de ellas, Cristina Yolanda Mazzanti, declaró en el juicio y dio algunos más detalles sobre el paso de Mangeri por la oficina y sobre la charla que tuvieron en torno a lo que había pasado en el otro edificio en el que él trabajaba con la chica Ángeles Rawson.
"Le preguntamos por el lío que había en el edificio y si sabía algo. Nos comentó que conocía a Ángeles desde los cinco años. La conversación era triste. 'A la empleada la están buscando, estaba la empleada en la casa', nos dijo", recordó la testigo.
También relató que les comentó que se "estaba haciendo estudios porque no se sentía bien".