El exdirector de
Petrobras, Renato Duque, implicado en las irregularidades detectadas en la petrolera estatal, se presentó a declarar ante la comisión parlamentaria que investiga el caso, pero anunció que no respondería ninguna pregunta, al tiempo que el juez que lleva la causa, Sergio Moro, dijo que la corrupción es un problema que puede "ser superado por el sistema político" de
Brasil.
"No puedo decir que es un placer estar aquí, pero por orientación de mi defensa, en mi condición de investigado, estoy ejerciendo mi derecho constitucional al silencio, reservándome para responder ante los tribunales", declaró Duque.
Pese a esa decisión, los parlamentarios decidieron continuar con la sesión e interrogar al exdirector de Petrobras, que respondió a cada una de las preguntas formuladas con la misma frase: "Me atengo a mi derecho a permanecer callado".
El diputado Francisco "Chico" Alencar, del Partido Socialismo y Libertad (Psol), fue uno de los que intentó poner a prueba la resistencia de Duque.
Sostuvo que "ese silencio es cómplice" y "lo incrimina aún más" y calificó de "deplorable" su postura.
Duque está detenido en una prisión de Curitiba, en el sur del país, y fue trasladado a Brasilia por la Policía Federal solamente para declarar ante la comisión parlamentaria.
El exfuncionario está acusado de haber desviado hacia Mónaco unos 70 millones de reales (23 millones de dólares) obtenidos a través de actos de corrupción por las que se investiga a políticos y 18 empresas privadas.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Fiscalía, las empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban luego los precios y se repartían parte de esa diferencia con directivos de la estatal, al tiempo que otra parte era entregada a los políticos que amparaban esas maniobras.
Entre los políticos bajo investigación está el tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari, quien ya fue acusado por los cargos de corrupción, lavado de dinero y asociación ilícita.
Duque, de quien se sospecha que era uno de los contactos entre la red de corrupción y el PT, había sido arrestado en diciembre pasado, pero recuperó la libertad unos días después gracias a un hábeas corpus. Sin embargo, volvió a ser detenido esta semana debido a que las autoridades detectaron que tenía una cuenta secreta en un banco de Suiza y que en las últimas semanas había ordenado transferencias hacia una entidad de Mónaco, al parecer para ocultar unos 23 millones de dólares.
Por otro lado, el juez Sergio Moro, a cargo de la investigación, afirmó que la corrupción es un problema que tiene condiciones de ser superado por el sistema político e institucional de Brasil, informó ayer la prensa local. "La democracia brasileña ya enfrentó desafíos más grandes en el pasado. Vencimos a una dictadura brutal, logramos controlar la hiperinflación, tuvimos avances sociales significativos en las últimas décadas. La corrupción es un problema más dentro del sistema democrático y no un problema insuperable", señaló Moro.
El exdirector de
Petrobras, Renato Duque, implicado en las irregularidades detectadas en la petrolera estatal, se presentó a declarar ante la comisión parlamentaria que investiga el caso, pero anunció que no respondería ninguna pregunta, al tiempo que el juez que lleva la causa, Sergio Moro, dijo que la corrupción es un problema que puede "ser superado por el sistema político" de
Brasil.
"No puedo decir que es un placer estar aquí, pero por orientación de mi defensa, en mi condición de investigado, estoy ejerciendo mi derecho constitucional al silencio, reservándome para responder ante los tribunales", declaró Duque.
Pese a esa decisión, los parlamentarios decidieron continuar con la sesión e interrogar al exdirector de Petrobras, que respondió a cada una de las preguntas formuladas con la misma frase: "Me atengo a mi derecho a permanecer callado".
El diputado Francisco "Chico" Alencar, del Partido Socialismo y Libertad (Psol), fue uno de los que intentó poner a prueba la resistencia de Duque.
Sostuvo que "ese silencio es cómplice" y "lo incrimina aún más" y calificó de "deplorable" su postura.
Duque está detenido en una prisión de Curitiba, en el sur del país, y fue trasladado a Brasilia por la Policía Federal solamente para declarar ante la comisión parlamentaria.
El exfuncionario está acusado de haber desviado hacia Mónaco unos 70 millones de reales (23 millones de dólares) obtenidos a través de actos de corrupción por las que se investiga a políticos y 18 empresas privadas.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Fiscalía, las empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban luego los precios y se repartían parte de esa diferencia con directivos de la estatal, al tiempo que otra parte era entregada a los políticos que amparaban esas maniobras.
Entre los políticos bajo investigación está el tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari, quien ya fue acusado por los cargos de corrupción, lavado de dinero y asociación ilícita.
Duque, de quien se sospecha que era uno de los contactos entre la red de corrupción y el PT, había sido arrestado en diciembre pasado, pero recuperó la libertad unos días después gracias a un hábeas corpus. Sin embargo, volvió a ser detenido esta semana debido a que las autoridades detectaron que tenía una cuenta secreta en un banco de Suiza y que en las últimas semanas había ordenado transferencias hacia una entidad de Mónaco, al parecer para ocultar unos 23 millones de dólares.
Por otro lado, el juez Sergio Moro, a cargo de la investigación, afirmó que la corrupción es un problema que tiene condiciones de ser superado por el sistema político e institucional de Brasil, informó ayer la prensa local. "La democracia brasileña ya enfrentó desafíos más grandes en el pasado. Vencimos a una dictadura brutal, logramos controlar la hiperinflación, tuvimos avances sociales significativos en las últimas décadas. La corrupción es un problema más dentro del sistema democrático y no un problema insuperable", señaló Moro.