SALTA (Agencia). Un joven puestero de 31 años, padre de tres niños de corta edad, identificado como Pablo Arnaldo Pereyra, fue asesinado de dos disparos cuando a bordo de una motocicleta regresaba de un puesto en el que criaba animales hacia el
barrio Nueva Esperanza, en la zona sureste de la ciudad capital de la provincia de Salta.
Pereyra fue abordado por una conocida banda de
delincuentes que pasan sus días consumiendo drogas y alcohol en inmediaciones de la línea del gasoducto con total impunidad. Cuando les falta dinero, casi siempre lo consiguen con armas blancas o de fuego.
En este caso, a Pereyra le exigieron dinero, el puestero se los negó, como otras tantas veces, pero en esta ocasión la banda decidió poner fin al ganadero y le disparó en dos ocasiones.
Uno de los proyectiles le dio en la espalda y el otro en el brazo, por lo que el motociclista cayó herido de muerte. Fue trasladado hacia el hospital Juan Domingo Perón y al mediodía falleció. El hecho causó indignación, ya que el grupo de malvivientes permanece en ese lugar no solo durante la noche, sino también a cualquier hora del día, acosando a quienes transitan por allí.
Se ocultaron en una vivienda
Los delincuentes se escondieron en la casa de la madre de uno de ellos, donde el
Cuerpo de Infantería logró detener a dos de los sospechosos. Otro sujeto que también estaba en el grupo se dio a la fuga. Personal policial estaba abocado a encontrarlo.
SALTA (Agencia). Un joven puestero de 31 años, padre de tres niños de corta edad, identificado como Pablo Arnaldo Pereyra, fue asesinado de dos disparos cuando a bordo de una motocicleta regresaba de un puesto en el que criaba animales hacia el
barrio Nueva Esperanza, en la zona sureste de la ciudad capital de la provincia de Salta.
Pereyra fue abordado por una conocida banda de
delincuentes que pasan sus días consumiendo drogas y alcohol en inmediaciones de la línea del gasoducto con total impunidad. Cuando les falta dinero, casi siempre lo consiguen con armas blancas o de fuego.
En este caso, a Pereyra le exigieron dinero, el puestero se los negó, como otras tantas veces, pero en esta ocasión la banda decidió poner fin al ganadero y le disparó en dos ocasiones.
Uno de los proyectiles le dio en la espalda y el otro en el brazo, por lo que el motociclista cayó herido de muerte. Fue trasladado hacia el hospital Juan Domingo Perón y al mediodía falleció. El hecho causó indignación, ya que el grupo de malvivientes permanece en ese lugar no solo durante la noche, sino también a cualquier hora del día, acosando a quienes transitan por allí.
Se ocultaron en una vivienda
Los delincuentes se escondieron en la casa de la madre de uno de ellos, donde el
Cuerpo de Infantería logró detener a dos de los sospechosos. Otro sujeto que también estaba en el grupo se dio a la fuga. Personal policial estaba abocado a encontrarlo.