El Tribunal en lo Criminal Nº 3 y las partes en primer lugar se reunieron en dependencias de la Unidad Regional Nº 4 con los testigos policías Antonio Ramón Villafañe y Jorge Aníbal Castillo, quienes luego se dirigieron hacia el lugar donde ocurrieron los lamentables hechos. El Tribuno de Jujuy fue el único medio en el lugar.
Ante una importante cantidad de transeúntes curiosos por el despliegue realizado, las partes recorrieron el predio y trataron de determinar la distancia entre el lugar desde donde se efectuaron los disparos de una escopeta recortada calibre 22, hasta la formación policial improvisada en aquel fatídico momento, en la que un proyectil alcanzó a algunos de ellos, provocando la muerte de Emanuel Farfán.
La geografía del predio es muy distinta a la de aquel mes de julio del año 2011, pero tomando como referencias el "canal de la calera", personal profesional del Poder Judicial, determinó que a una distancia aproximada a los cien metros, Farfán había recibido el disparo que le ingresó por la parte izquierda del pecho.
Por otra parte hay que tener en cuenta, que por ese entonces la referencia del predio era el camino interno que atraviesa el sector que pertenecía a la empresa Ledesma, el canal de "la calera" y unas viviendas que estaban situadas en otro costado del predio en cuestión, hoy en el mismo Triángulo hay terrenos ocupados, pertenecientes al programa provincial "Un lote para cada familia que lo necesite", y las viviendas son muy precarias.
El policía Marcelo Siárez fue quien guió a los integrantes del Tribunal enjuiciador y a las partes a uno de los puntos donde se habría producido la balacera. En el lugar estimado donde los efectivos testigos coincidieron en que cayó herido Farfán, hoy por hoy está cercado con alambre olímpico perimetral y allí adentro hay un contenedor naranja.
A la altura de ese contenedor, los jefes ordenaron la formación de una fila a los policías que tenían escudos de acrílicos para evitar que los manifestantes intentaran ganar el lugar.
Mientras los jueces indagaban a los policías para despejar todo tipo de dudas, los vecinos que se habían congregado en el lugar, absortos por el movimiento de efectivos policiales que escoltaron la comitiva, contaban a nuestro matutino (único medio en la cobertura de la inspección), con detalles cómo habían acontecido los hechos ese día, apuntaban las viviendas desde donde supuestamente se habría producido el disparo fatal, señalaban los techos de las casas donde habrían permanecido los agresores, pero no quisieron identificarse.
Mario Alberto Tapia está acusado de ser el supuesto responsable del delito de "homicidio calificado por la condición funcional del sujeto pasivo y con arma de fuego", y Aldo Claro como supuesto "partícipe criminal en el delito homicidio calificado por la condición funcional del sujeto pasivo y con arma de fuego", cuya víctima fue el policía Emanuel Farfán (23).
Farfán junto a otros policías habían formado una fila en frente de las viviendas para evitar el ingreso de personas, que minutos antes habían sido desalojados por personal de la Brigada de Investigaciones.
Jorge Castillo recibió un disparó en el codo y segundos más tarde, Farfán fue herido en el pecho. Ambos fueron trasladados de urgencia hasta el hospital "Oscar Orías". Farfán sólo tenía como defensa un escudo de acrílico y Castillo ni siquiera eso.
Los policías coincidieron que si los atacantes hubieran querido realizar más disparos, la tragedia hubiera sido peor, por la situación de indefensión de ellos.