Un magistrado de una corte federal de
Nueva York mandó a prisión sin fianza al ahijado y a un sobrino del presidente de
Venezuela,
Nicolás Maduro, acusados de delitos de narcotráfico, que en
Estados Unidos se castigan con un máximo de cadena perpetua, en un episodio que ya causó una reacción del mandatario y fuertes cuestionamientos de la oposición del país sudamericano.
Efraín Antonio Campo Flores, ahijado del mandatario venezolano, y Francisco Flores de Freitas, sobrino suyo, permanecerán en el penal federal Metropolitan Correctional Center hasta al menos su próxima comparecencia ante el juez, fijada para el miércoles próximo.
La prisión sin fianza, que no objetaron en esta primera audiencia los defensores, fue reclamada por la fiscalía federal del Distrito Sur de Nueva York.
Los detenidos comparecieron el jueves por primera vez ante el juez James L. Cott en una corte de la Gran Manzana para escuchar la confirmación de los cargos por conspiración para introducción cocaína en Estados Unidos.
Asistidos por un traductor provisto por el juzgado, Campo Flores y Flores Freitas dijeron comprender los cargos, sin hacer más comentarios a lo largo de la breve declaración, de apenas cinco minutos, que tuvo una numerosa presencia de periodistas hispanos.
Uno de los abogados, John Reilly, explicó a los periodistas que la defensa estudiará si en la citación de la próxima semana reclamarán que se establezca una fianza para los dos jóvenes.
Campo Flores, de 29 años, y Flores Freitas, de 30, se presentaron ante la Justicia vestidos de civil y contaron con la presencia en la sala de representantes diplomáticos de su país, que se reunieron con los abogados y los fiscales sin formular declaraciones a la prensa. Según la ley penal estadounidense, ambos podrían enfrentar una condena máxima de cadena perpetua. Por el momento, el Ejecutivo venezolano se mantiene en silencio sobre el caso, aunque Maduro, tras la detención de los dos jóvenes, afirmó en su cuenta de Twitter que su país seguiría "su camino" pese a sufrir un "acoso permanente" de Washington.
Por su parte, la oposición venezolana pidió al Gobierno una explicación sobre las detenciones, en momentos en que Maduro y su esposa, Cilia Flores, están en Ginebra.
Arrancó ayer la campaña electoral
La campaña para las elecciones legislativas del 6 de diciembre en Venezuela empezó ayer en un ambiente marcado por el arresto en Estados Unidos de dos familiares del presidente Nicolás Maduro, y con el gobierno y la oposición reivindicando su favoritismo.
La contienda inició con diversos actos y la expectativa por una reacción de Maduro a la captura de dos sobrinos de su esposa, Cilia Flores, tres días después de la detención de Efraín Campo y Francisco Flores, ninguna autoridad venezolana se había referido al caso, que abrió un nuevo frente de cara a los comicios en los que la oposición amenaza con lograr la mayoría legislativa por primera vez en 16 años de gobierno chavista.
En medio de ese silencio, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -a la que varias encuestas dan una ventaja de 14 a 31 puntos- reclamó una investigación de los hechos, en concreto para determinar por qué Campo) y Flores tenían pasaportes diplomáticos.