Abuelos víctimas de estafas

Las personas de la tercera edad son uno de los "blancos" predilectos de ladrones y estafadores que se aprovechan de las desventajas físicas y mentales de los abuelos para quedarse con los pocos pesos o pertenencias con los que cuentan.

Y por eso despliegan diferentes "modus operandi" para embaucar a los ancianos, que van por hacerse pasar por amigos de hijos o nietos, por familiares o conocidos, y esperarlos a la salida de los bancos o cajeros para apropiarse de sus magros haberes. En algunos casos, estos "cuenteros" les dicen que quieren ayudarlos a "controlar" que el dinero con el que les pagaron no sea falso, pero en una rápida maniobra se los cambian por papeles recortados.

Además están aquellos delincuentes que van a los domicilios de sus víctimas, y sabiendo que se encuentran solas los engañan para sacarles elementos de valor de la casa, haciéndose pasar por empleados de alguna empresa de servicios. Y en el peor de los casos las personas de la tercera edad hasta llegan a sufrir agresiones físicas cuando tratan de poner resistencia ante el accionar de los malvivientes.

Se supo que ahora el nuevo rol que asumen los malvivientes es el de ser empleados de Anses: presentan en los domicilios de sus víctimas, de las cuales cuentan con algunos datos, y les ofrecen cobrar los haberes de todo un año en un solo pago, a cambio de que paguen un "gasto administrativo" de unos mil pesos.

Otros, que también les dicen que son del organismo nacional, los hacen firmar documentación para acceder a préstamos que se acreditarán en sus cuentas. Pero lo único que reciben después son los descuentos en sus haberes.

Las personas de la tercera edad son uno de los "blancos" predilectos de ladrones y estafadores que se aprovechan de las desventajas físicas y mentales de los abuelos para quedarse con los pocos pesos o pertenencias con los que cuentan.

Y por eso despliegan diferentes "modus operandi" para embaucar a los ancianos, que van por hacerse pasar por amigos de hijos o nietos, por familiares o conocidos, y esperarlos a la salida de los bancos o cajeros para apropiarse de sus magros haberes. En algunos casos, estos "cuenteros" les dicen que quieren ayudarlos a "controlar" que el dinero con el que les pagaron no sea falso, pero en una rápida maniobra se los cambian por papeles recortados.

Además están aquellos delincuentes que van a los domicilios de sus víctimas, y sabiendo que se encuentran solas los engañan para sacarles elementos de valor de la casa, haciéndose pasar por empleados de alguna empresa de servicios. Y en el peor de los casos las personas de la tercera edad hasta llegan a sufrir agresiones físicas cuando tratan de poner resistencia ante el accionar de los malvivientes.

Se supo que ahora el nuevo rol que asumen los malvivientes es el de ser empleados de Anses: presentan en los domicilios de sus víctimas, de las cuales cuentan con algunos datos, y les ofrecen cobrar los haberes de todo un año en un solo pago, a cambio de que paguen un "gasto administrativo" de unos mil pesos.

Otros, que también les dicen que son del organismo nacional, los hacen firmar documentación para acceder a préstamos que se acreditarán en sus cuentas. Pero lo único que reciben después son los descuentos en sus haberes.