Una mujer de Neuquén fue salvajemente golpeada por su pareja, quien la encadenó por el cuello, le pegó con una silla y le produjo varios cortes al picarla con una lapicera, pero la víctima no lo denunció.
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Una mujer de Neuquén fue salvajemente golpeada por su pareja, quien la encadenó por el cuello, le pegó con una silla y le produjo varios cortes al picarla con una lapicera, pero la víctima no lo denunció.
Los médicos del hospital Heller, que atendieron a la mujer luego del ataque, informaron de la situación a la Policía, quienes a su vez notificaron al Juzgado de Familia y lograron una orden para que el hombre abandone la casa que compartía con su concubina. La pareja del agresor se negó a realizar la denuncia penal, por lo que el sujeto continúa en libertad.
El hecho, que se dio a conocer en las últimas horas, ocurrió el pasado jueves, cuando la joven de 27 años, identificada como Karen, fue atacada violentamente por su pareja, un sujeto de 26 años.
El hombre le colocó a su concubina una cadena candado de moto, en forma de “U”, al rededor del cuello y luego la golpeó reiteradamente.
Una vez que se pudo liberar del agresor, la víctima escapó del lugar y se dirigió hasta el hospital ubicado en la zona oeste de esta provincia.
La mujer “presentaba golpes con una silla en el cuerpo que le provocaron hematomas varios” y “tenía uno de los muslos todo lastimado por picaduras que le hicieron con una lapicera, como si le hubieran querido apuñalar la pierna, y la cadena candado en el cuello”, indicaron diversas fuentes al medio local de la provincia de Neuquén.
Entre lágrimas, la muchacha le relató a los médicos del lugar la terrible situación por la que pasó, al tiempo que estos buscaban un elemento cortante para quitarle la cadena de moto que continuaba atada a su cuello.
“Le cubrieron el rostro y con una amoladora tuvieron que cortar la cadena candado. Nunca habíamos visto algo así en la guardia”, dijo uno de los enfermeros a ese mismo medio.
Si bien la mujer no quiso hacer la denuncia penal contra su pareja, la Policía que estaba en el lugar notificó al personal de la Comisaría 21 del barrio La Sirena, quienes a la vez dieron aviso al Juzgado de Familia.
Así consiguieron que un juez interviniera para dar la orden que obligó al presunto agresor a abandonar la casa que compartía con su concubina al tiempo que ordenó una custodia permanente en el hogar para la joven.