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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Funeral de dos dibujantes del semanario Charlie Hebdo

Viernes, 16 de enero de 2015 00:00
Funeral / Bernard Tignous Verlhac, uno de los dibujantes del semanario. 
París fue protagonista ayer de los funerales de Wolinski y "Tignous", dos de los dibujantes emblemáticos de Charlie Hebdo, mientras se mantiene el fuerte apoyo al semanario satírico, cuya primera edición tras los atentados volvió a agotarse en cuestión de minutos en los kioscos.
Tras el entierro el miércoles de Cabu, el padre del concepto "beauf" (estereotipo del francés conservador de clase media), el día de ayer fue incinerado Wolinski en el célebre camposanto de Père-Lachaise.
Tignous fue inhumado en el mismo cementerio parisino, después de una ceremonia en la alcaldía de Montreuil, una localidad al este de la capital.
Por otra parte hoy se realizará un homenaje al dibujante Charb, director de Charlie Hebdo, en Pontoise, cerca de París, que será enterrado en una ceremonia íntima en el cementerio de la ciudad.
El formidable espíritu de solidaridad con el semanario, una semana después de la matanza en la redacción, sigue aún bien vivo ya que el nuevo número publicado el miércoles por los supervivientes, con la caricatura de Mahoma en la portada, continuaba vendiéndose masivamente hasta ayer, y desde antes incluso de las siete de la mañana, muchos kioscos habían vendido ya todos sus ejemplares.
El miércoles se agotaron un millón de ejemplares, y el distribuidor, espera entregar un millón más hoy, algo insólito en la historia de la prensa francesa, ya que la tirada total del nuevo número será de 5 millones.
Del el exterior se encargaron ya unos 130 mil ejemplares, que llegaron a una treintena de países.
Gracias a donaciones que afluyen desde todas partes, a los ingresos de las ventas y a las ayudas prometidas por el Gobierno, el semanario recibirá más de 10 millones de euros. Un seguro de vida para varios años y una revancha para esta pequeña publicación que estaba al borde de la quiebra.
"Charlie Hebdo estaba amenazado hacía tiempo por la falta de lectores, y hoy revivió. Se puede asesinar a hombres y mujeres, pero nunca se pueden matar sus ideas, al contrario", dijo François Hollande.

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París fue protagonista ayer de los funerales de Wolinski y "Tignous", dos de los dibujantes emblemáticos de Charlie Hebdo, mientras se mantiene el fuerte apoyo al semanario satírico, cuya primera edición tras los atentados volvió a agotarse en cuestión de minutos en los kioscos.
Tras el entierro el miércoles de Cabu, el padre del concepto "beauf" (estereotipo del francés conservador de clase media), el día de ayer fue incinerado Wolinski en el célebre camposanto de Père-Lachaise.
Tignous fue inhumado en el mismo cementerio parisino, después de una ceremonia en la alcaldía de Montreuil, una localidad al este de la capital.
Por otra parte hoy se realizará un homenaje al dibujante Charb, director de Charlie Hebdo, en Pontoise, cerca de París, que será enterrado en una ceremonia íntima en el cementerio de la ciudad.
El formidable espíritu de solidaridad con el semanario, una semana después de la matanza en la redacción, sigue aún bien vivo ya que el nuevo número publicado el miércoles por los supervivientes, con la caricatura de Mahoma en la portada, continuaba vendiéndose masivamente hasta ayer, y desde antes incluso de las siete de la mañana, muchos kioscos habían vendido ya todos sus ejemplares.
El miércoles se agotaron un millón de ejemplares, y el distribuidor, espera entregar un millón más hoy, algo insólito en la historia de la prensa francesa, ya que la tirada total del nuevo número será de 5 millones.
Del el exterior se encargaron ya unos 130 mil ejemplares, que llegaron a una treintena de países.
Gracias a donaciones que afluyen desde todas partes, a los ingresos de las ventas y a las ayudas prometidas por el Gobierno, el semanario recibirá más de 10 millones de euros. Un seguro de vida para varios años y una revancha para esta pequeña publicación que estaba al borde de la quiebra.
"Charlie Hebdo estaba amenazado hacía tiempo por la falta de lectores, y hoy revivió. Se puede asesinar a hombres y mujeres, pero nunca se pueden matar sus ideas, al contrario", dijo François Hollande.

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