La evolución que hiciste a lo largo de tu carrera de una estilo musical a otro –sin intención ni posibilidad de encasillarte en ninguna- ¿con qué tiene que ver esencialmente?
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La evolución que hiciste a lo largo de tu carrera de una estilo musical a otro –sin intención ni posibilidad de encasillarte en ninguna- ¿con qué tiene que ver esencialmente?
El hecho de que no puedas encasillar mi música, tiene que ver con mi forma de conocer la música. En mi casa, mi mamá escuchaba todo el día Roberto Carlos y José Luis Perales, con mis hermanos que eran más grandes que yo escuchábamos Pantera y Nirvana, a la noche llegaba mi papá del trabajo y escuchaba Daniel Toro y Los Nombradores y Los Chalchaleros, y cuando yo me iba a dormir escuchaba a Mercedes Sosa. Todo eso se fue mezclando adentro mío y cuando empecé a hacer mi propia música elegí un género, el del folclore, como género de raíz, como tiene todo músico y a partir de ahí abriendo caminos a otros géneros. Luego la ecuación termina siendo bastante simple parta mí, todos los géneros son una herramienta para mí como creador de canciones, son una formas de poder transmitir el mensaje de la forma más certera posible. Pero mi género de raíz sigue siendo el folclore. “Aquí te espero” que es una canción que tiene una estética muy lejana a la folclórica o a la tradicionalista, más cercana al pop, fue compuesta como un huayno, luego que yo haya considerado que era mejor darle una estérica pop, tiene que ver con otras consideraciones, como por ejemplo que el pop me emociona y me sirve. Es mi consideración.
Vos decís de acuerdo a mi concepción ¿cuál es el proceso interno tuyo, artístico y humano para ir haciendo esa evolución, y que pase eso de que un huayno termine en otra forma?
Mucho tiene que ver lo que termina diciendo la canción. Entonces empieza un trabajo sistemático de buscar qué estructuras estéticas y subdivisiones musicales y de fraseos literarios van a lograr la acnetuación más favorable de palabras claves de la canción y de las palabras claves para transmitir el mensaje. Ahí aparece la participación de Ariel Pintos y Marcelo Predacino, que son mis colaboradores, muy buenos realizadores de las ideas que tenga. Yo compongo una canción y les cuento cuál es la intención que tengo y qué es lo que busco decirle, y ellos desde ese lugar técnico me proponen ideas. Pero yo me ocupo más de que el mensaje llegue y se comprenda, más de qué voy a decir, que de cómo lo voy a decir. Me interesa más lo que quiero decir, que la estética. Porque con el paso del tiempo, las canciones mes mostraron que por ejemplo “La llave”, la grabé como balada y fue un éxito, la grabé luego en “Sueño dorado” (disco) con un costado más pop, y volvió a ser un éxito, la grabó Agapornis en cumbia y fue un éxito, la grabó Cristian Castro en su forma “Miami” de hacer baladas, y fue otro éxito en Centroamérica. Entonces me dio a entender la canción, que es el mensaje más que la estética.
Y en ese mensaje que tanto te ocupa, ¿qué es lo que más te interesa decir, o de qué te interesa hablar? Experiencias personales, de vida, mensajes de humanidad….
Me interesa hablar de amor, porque literal y sinceramente todos los días de mi vida pretendo hacer una evolución emocional, espiritual y hasta intelectual desde ese lugar. Cuando me planteo mejorar mi relación con algo o con alguien, o con algún orden, o con alguna persona de mi vida, me planteo hacerlo desde ese lugar, desde el amor hacia el otro e incluso desde el amor propio también. Me parece que de verdad el amor es la raíz de todo, por lo tanto es un tema absolutamente complejo, y por eso son muchísimas las ramas que se pueden elegir. Y como a mí me interesa crecer desde todos esos puntos, me interesa hablar de eso, luego elijo los contextos. No todas las historias que canto las viví, pero sí todas las emociones que canto las sentí. No todas las historias son literales, algunas son creadas como contexto, o como el mejor escenario posible para el escenario que quiero dar, y otras veces se da que realmente viví un situación que expresa de manera muy clara el balance emocional que quiero transmitir.
¿A quién sentís que le llega más ese mensaje tan elaborado, teniendo en cuenta que en tu público hay fans adolescentes y también tenés un público adulto seguidor, que quizás escucha más no sólo las letras, sino lo que vos vas diciendo y compartiendo entre canción y canción en tus recitales?
Mi música estéticamente me parece que conecta de una forma más profunda en las nuevas generaciones. Y en mis pares generacionales y en generaciones anteriores me parece que lo que más conecta en forma más profunda, es lo que estoy diciendo. El cómo en las generaciones más nuevas, y el qué en las anteriores. Porque los adolescentes tiene que vivir todavía un montón de cosas que yo ya viví, y que los de las otras s generaciones también, entonces tienen tiempo para empaparse más del qué. Pero lo primero en ellos es el cómo de la estética, del audio por ejemplo, las estructuras, y luego con el paso del tiempo ven otra cosa. Por eso, adolescente hoy que siendo niños elegían unas canciones, hoy eligen otras. Y los nuevos adultos, que hace dos años eran adolescentes, hoy eligen otras. Eso me da a entender con el paso del tiempo se van conectando más con el mensaje.
Con todo esto que vos cuentas, entiendo que hay más allá del talento y tu sensibilidad como artista, mucho laburo profesional en tus presentaciones ¿qué formación has tenido que agregarle al canto, sobre todo teniendo en cuenta el cambio en tu expresión corporal que se vio a partir de “Re-evolución” (vestimenta, movimientos, etc.)?
Mi formación es empírica en todos los órdenes. En la sensibilidad necesaria para animarse a expresarse, sí me ha ayudado alguien que es muy importante para mí, que ha trabajado conmigo. Y en lo musical hay muchas personas que son muy significativas. Cuando yo era niño, mis padres no tenían la posibilidad estructural, económica de enviarme a estudiar música. Así fue mi vida hasta no hace mucho tiempo. Hoy tengo las herramientas para poder estudiar, hoy a contra de lo que se supone es cuando más estoy estudiando. Este es el momento para mí de crecer sobre todo en lo musical. En la expresión no hago trabajos específicos, ni expresión corporal, ni formación actoral, nada de eso. Me gustaría experimentarlo alguna vez pero por curiosidad.
¿Cuál es tu recuerdo de Raúl Carnota (fallecido recientemente), con quien siempre se vio que tenías una relación de mucho respeto?
Sí, nos acercamos mucho emocionalmente pero sigue siendo uno de mis ídolos, no puedo considerarlo “amigo”. Aunque haya pasado a otro estado de la vida, siempre nos ilumina. En estos días se habló mucho de Raúl, como hacía mucho no se hablaba, pero si sirve para que algunas personas que no lo conocían, lo conozcan, en hora buena, y que puedan descubrir, que la innovación de ideas dentro de un género tan complejo como es el folclore, no es una cuestión de nuestra generación. No nació con Los Nocheros, ni Soledad, ni yo. Siempre hubo grandes innovadores que permitieron que un montón de personas nos integráramos en eso. Raúl fue uno de los grandes innovadores del concepto de música folclórica. Es uno de los autores más creativos, a quien voy a extrañar mucho.
Recién hablando de Carnota, vos decías que él es el ejemplo de que la innovación no es algo exclusivo de la nueva generación. Quizás para la generación de Carnota haya sido más difícil imponerlo, porque las estructuras musicales eran más cerradas. ¿Puede ser que a tu generación le haya costado menos innovar?
Sistemáticamente nos costó menos, emocionalmente sigue siendo muy difícil, pero porque los argentinos somos nostálgicos y tradicionalistas, creamos muchas tradiciones. En parte yo pude despegarme de la línea tradicionalista, de una forma amable si se quiere, porque me di cuenta en un momento de mi vida, que yo no tengo tradiciones. Entonces no tenía por qué defender una estética de algo que no corresponde a mí esencialmente. No juego al fútbol y una vez por semana con amigos, no como asado todos los domingos ni la pasta con mi abuela, no tengo tradiciones, ni siquiera paso las fiestas todos los años con mi familia en un lugar determinado. No tengo tradiciones estructurales. Quizás el día de mañana cuando forme una familia, empiece a generar mis propias tradiciones, y entonces quizás empiece a volver a la raíz cuando yo mismo esté creando raíz. Y capaz que entonces mi mensaje empiece a tener más que ver con las tradiciones, por lo tanto la estética más amable va a ser la tradicional.
Pero insisto que sistemáticamente, quizás fue más fácil para nosotros porque nosotros pudimos hacer uso de los medios de comunicación. En la época en que Carnota innovaba no había FMs, y era más difícil a una AM tradicionalista decirle “pasame esto que no es folclore” o una guitarra eléctrica de Jacinto Piedra y Peteco Carabajal. Nosotros nos desarrollamos en una época de globalización que no existía en ese momento. Hoy el acceso masivo e inmediato a la música del mundo, permite que a un niño le sea muy natural escuchar Abel Pintos y Miley Cyrus, una mía y una de Lady Gaga, una detrás de la otra, como si nada.
Vos decías recién que de Carnota se habló esta semana más que en mucho tiempo. De vos ya se habla, tenés popularidad y éxito. ¿A qué aspirás con el tiempo, cómo te gustaría que se te recuerde? ¿Qué faltaría en tu camino quizás para ser gloria más allá del éxito?
Hay una parte de mí que se siente muy realizada, porque ya logré eso interiormente. Nunca me preocupó lograrlo hacia el exterior. Amo hacer música porque me expreso a través de la música, entonces me gustaría lograr canciones que me trasciendan a mí, y ya hay algunas canciones que yo siento que si ya no estuviera aquí, ya me trascendieron, como “La llave” porque al haber sido tan versionada, ya no es mía, es de otras personas. Ya estoy en otras personas. Entonces en definitiva si hubiera q8ue recordarme musicalmente, ya hay canciones para hacerlo, y si hubiera que recordarme humanamente, soy una persona que desde muy niño tuvo en claro lo que la iba hacer feliz, y empecé a ser feliz con eso. Luego las circunstancias y los contextos, tenés que trabajar para ganártelos, pero siempre teniendo en claro qué es lo que te va hacer feliz.
¿Qué sentís de que haya habido gente que conoció el tema “Cactus” de Gustavo Ceratti, después que lo hiciste vos, y que aún haya habido quienes creyeron en una primera instancia de que era un tema tuyo?
Claro, es que no fue una de las canciones más difundidas de Gustavo. Sinceramente me emociona que se pueda ver de esa forma, pero yo lo veo al revés, cuando yo busco interpretar una canción de otros autor, lo que hago es aprovechar que esa persona supo decir algo de una manera insuperable para mí, para poder decir mis propias cosas con esas palabras, y que esa canción me haga a mí trascender. Es otro camino para poder trascender a través del mensaje. Pero me alegra y me honra que alguien pueda pensar que yo ayudé a trascender a alguien a través de su propia canción.