Barcelona levantó su 16° título en cinco años, el primero de la era Gerardo Martino y, sin duda, el menos brillante de todos los conseguidos en el último lustro, tras empatar sin goles ante el Atlético de Madrid en la vuelta de la Supercopa de España.
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Barcelona levantó su 16° título en cinco años, el primero de la era Gerardo Martino y, sin duda, el menos brillante de todos los conseguidos en el último lustro, tras empatar sin goles ante el Atlético de Madrid en la vuelta de la Supercopa de España.
Martino por fin puso a Lionel Messi y a Neymar juntos de salida, aunque a costa de dejar a Iniesta en el banco. Simeone, en cambio, confió en el mismo once que tantos problemas le causó al Barça en el encuentro de ida.
Obligado como siempre a llevar el peso del partido, más cuando el escenario es el Camp Nou, el conjunto azulgrana dominó desde el inicio. Sin embargo, un Atlético de Madrid aun más defensivo que el del choque del Calderón no le dejó ni un palmo de espacio por donde acercarse a Courtois.
Agazapado atrás, con las líneas muy juntas, tapó los pasillos interiores y enmarañó el juego del Barcelona de tal forma que los locales apenas se acercaron a la meta madrileña durante todo el partido.
Dos llegadas de Messi -una tras un pase filtrado por Busquets que cortó Filipe Luis cuando el argentino ya armaba la zurda, y la otra que acabó, de rebote, en un cabezazo manso de Cesc- y un remate de cabeza muy forzado de Alexis fue todo lo que hizo el equipo culé en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Durante este primer acto, el Barcelona tuvo el balón todo el tiempo que quiso -al Atlético le duraba un suspiro- pero no pudo hacer nada de provecho con él.
Messi, frenado en falta cada vez que agarraba el balón para encarar, recibía cada vez muy retrasado y Neymar cambiaba de banda incómodo intentando encontrar su sitio.
Messi había tenido que ausentarse en el último partido de liga de los catalanes ante el Málaga -al que vencieron por 1-0-, por problemas físicos a raíz de un hematoma intramuscular en el muslo izquierdo por un golpe que sufrió en la ida ante el Atlético.
En cambio, los rojiblancos, que no pasaron de medio campo durante la primera media hora estuvieron, paradójicamente, más cerca del gol que su rival.
Koke despertó a Valdés al culminar, con un disparo inocente, el primer contraataque visitante, a los 35 minutos. Y poco después, una combinación de todo el ataque atlético acabó con un tiro seco de Arda Turam desde la frontal que obligó a lucirse al meta del conjunto catalán.
Salió el Atleti a defender algo más arriba tras el descano, como hizo en la primera mitad de la ida, y consciente de que el 0-0 le dejaba sin título. Valdés volvió a salvar a su equipo a un nuevo disparo de Arda Turan y el Barça lo pasó mal durante algunos minutos.
Sin chispa arriba, sin velocidad en la circulación del balón y, sobre todo sin continuidad en el juego de combinación, los de Martino cada vez jugaban más lejos de Courtois.
Pero la entrada de Pedro e Iniesta le ayudó a recuperar el mando del juego y la expulsión de Filipe Luis por una agresión a Dani Alves a falta de diez minutos para el final aun se lo puso más fácil.
Sobre el final, Messi tuvo la inmejorable chance de sentenciar la serie sin pasar sobresaltos, pero su remate de penal fue a parar al travesaño, como para demostrar que definitivamente no era su noche.
Pero claro, con poco, el rosarino pudo festejar un nuevo título (el 22° en su cuenta personal) y darle además el primer éxito a su coterráneo Martino.