Se llevó a cabo ayer la inspección ocular en dos centros clandestinos de detención que funcionaron en la provincia durante la dictadura cívico militar: la Central de la Policía de la Provincia y el Servicio Penitenciario de Villa Gorriti, en el marco del segundo juicio oral y publico de lesa humanidad donde se juzgan a seis imputados: el exinterventor del penal Antonio Vargas, el oficial César Díaz y los penitenciarios Carlos Gutiérrez, Herminio Zárate, Carlos Ortíz y Ricardo Ortíz.
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Se llevó a cabo ayer la inspección ocular en dos centros clandestinos de detención que funcionaron en la provincia durante la dictadura cívico militar: la Central de la Policía de la Provincia y el Servicio Penitenciario de Villa Gorriti, en el marco del segundo juicio oral y publico de lesa humanidad donde se juzgan a seis imputados: el exinterventor del penal Antonio Vargas, el oficial César Díaz y los penitenciarios Carlos Gutiérrez, Herminio Zárate, Carlos Ortíz y Ricardo Ortíz.
En este proceso judicial se investiga la detención desaparición de Juana y Pedro Torres Cabrera, Alicia Ranzoni, Osval Giribaldi, Jaime Lara Torrez, Jorge Turk Llapur y Dominga Álvarez de Scurta.
El grupo fue sacado del penal el 10 de junio de 1976 y entregado al comisario Jaig y suboficial César Díaz.
Los jueces del tribunal Oral Federal Nº 1 (TOF) Daniel Morín, Federico Díaz y Marcelo Juárez Almaráz realizaron la inspección junto a los fiscales, la querella, la defensa y el equipo de acompañamiento psicológico a las víctimas. Los testigos víctimas citados fueron Felipe Noguera y Claudia Scurta quienes realizaron el recorrido en la Central de Policía reconociendo lugares por donde pasaron y padecieron el terror en 1976.
Ambos indicaron el ingreso en patrullero por el portón de calle Alvear al Comando Radiolectrico dentro de la Central de Policía. Claudia Scurta, recordó su detención por 12 horas, el 26 de mayo cuando la detuvieron a su madre Dominga. Reconoció la celda donde la colocaron esa noche, hoy funciona Protección Ciudadana.
También reconocieron la oficina del comisario Ernesto Jaig, donde los interrogaba y sufrían torturas psicológicas. Claudia recordó el despacho de Jaig y señaló en una esquina que estaba el perchero con el tapado que tenía su madre. El lugar donde estuvo su madre hoy está modificado.
Luego la comitiva se trasladó al Servicio Penitenciario donde se sumaron las expresas políticas: Sara Murad, Mercedes Salazar, Gladys Artunduaga y Mario López.
El recorrido se inicio por el pabellón 5 que tiene tres plantas, Noguera recordó varias anécdotas. Allí lo había visto a Osvaldo Giribaldi, detenido desaparecido militante del PRT ERP, quien había ingresado herido de bala y no recibió atención médica, sólo ayuda de los detenidos.
En este pabellón Noguera, como el año pasado en el primer juicio indico la celda 113, describió el trato que recibían, el aislamiento, las malas condiciones en las que estaban. También recordó a Jorge Turk Llapur. Al recorrer los baños señaló varias modificaciones y el personal penitenciario manifestó que hace un par de años fue remodelado.
¿Cerrará las heridas?
Se preguntó Salazar al ingresar al pabellón 4 donde estaban detenidas las mujeres. Fue muy fuerte y la memoria de las exdetenidas impecable y dolorosa. Sara Murad se ubicó en un extremo y describió cómo estaban ubicadas en las celdas: Mercedes Salazar, Ninfa Koofler, Soledad López, Sara Murad, Martina Chávez, Gladys Artunduaga y en la ultima Dora Weisz. Estas celdas hoy tienen otras puertas.
Al frente de la celda donde estaba Murad estaba la celda de Dominga Álvarez de Scurta, Juana Torres Cabrera y Alicia Ranzoni todas individuales. Claudia y su hermano Raúl pidieron ingresar a la celda donde estuvo su madre. Hoy este pabellón está modificado, los baños donde Mercedes recordó donde la vio a Juana Torres moreteada y Murad señaló los piletones donde Eublogia Garnica lavaba sus muñecas lastimadas. También pegado a los baños señalaron las mujeres el patio y donde la habían visto a Alicia dolorida ya que le habían roto un tímpano. Artunduaga recordó que Juana le decía “hoy soy boleta”. En esta inspección también estuvo Laura López, hija de Juana y Mario.