El asueto administrativo y escolar que decretó el Gobierno provincial para el día de ayer mostró vacías y sin actividad a las distintas reparticiones públicas, aunque el trabajo dentro del sector privado fue totalmente normal.
Los comercios y las entidades bancarias atendieron en sus horarios habituales, pero la presencia del público en estos lugares fue escasa.
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El asueto administrativo y escolar que decretó el Gobierno provincial para el día de ayer mostró vacías y sin actividad a las distintas reparticiones públicas, aunque el trabajo dentro del sector privado fue totalmente normal.
Los comercios y las entidades bancarias atendieron en sus horarios habituales, pero la presencia del público en estos lugares fue escasa.
En tanto, el funcionamiento de algunos servicios públicos fue dispar.
La recolección de residuos en las zonas concesionadas a la empresa privada que se encarga de esa tarea no tuvo alteraciones, lo mismo que el transporte urbano de pasajeros, cuyas unidades circularon prácticamente con la misma frecuencia de un día hábil.
Por otro lado, los cementerios de la ciudad permanecieron ayer abiertos con normalidad, al igual que los mercados dependientes de la comuna capitalina.
Contraste
Los vestigios de una ciudad invadida de espectáculos y de gente que participó masivamente de cada uno de ellos se vieron reflejados ayer en las calles adormecidas y la contrastante imagen de los comercios con sus puertas abiertas, frente a las oficinas públicas cerradas y a oscuras.