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12 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Una cadena de errores humanos en Fukushima

Jueves, 05 de julio de 2012 22:30

El accidente nuclear de Fukushima, el más grave desde Chernobil, fue fruto de una cadena de incompetencias y graves errores humanos. Esta es la conclusión central de un durísimo informe elaborado por un grupo de diez expertos comisionados por el Parlamento nipón y presentado el jueves en Tokio. En sus 641 páginas, que recogen y analizan las opiniones de 1.167 personas relacionadas con la crisis, se ofrece una versión distinta a la que ha prevalecido desde que se desencadenó la tragedia el 11 de marzo del 2011.

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El accidente nuclear de Fukushima, el más grave desde Chernobil, fue fruto de una cadena de incompetencias y graves errores humanos. Esta es la conclusión central de un durísimo informe elaborado por un grupo de diez expertos comisionados por el Parlamento nipón y presentado el jueves en Tokio. En sus 641 páginas, que recogen y analizan las opiniones de 1.167 personas relacionadas con la crisis, se ofrece una versión distinta a la que ha prevalecido desde que se desencadenó la tragedia el 11 de marzo del 2011.

"Aunque los detonantes fueron dos cataclismos (el gran terremoto y el tsunami) el accidente nuclear de Fukushima no puede ser considerado un desastre natural. Fue un desastre de origen totalmente humano que pudo haberse evitado y prevenido a tiempo", explica en el preámbulo del informe el jefe de la comisión, Kiyoshi Kurosawa, expresidente del Consejo Científico de Japón.

El informe habla de "multitud de errores" y "lamentables negligencias" provocadas por la "connivencia entre el Gobierno, los reguladores y la compañía eléctrica Tepco", no sólo en las horas iniciales del accidente, sino también en años precedentes.

La comisión es especialmente dura con los directivos de Tepco que "actuaron por interés propio", a pesar de que "eran conscientes desde el 2006 del riesgo de un apagón total en la planta de Fukushima Daiichi si un tsunami alcanzaba el lugar", así como de la posibilidad de daños en el núcleo de los reactores.

En un sorprendente ejercicio de autocrítica patria, Kurosawa concluye también que parte de la culpa radica en la mentalidad japonesa. "Lo que este informe no puede mostrar del todo, especialmente ante la audiencia global, es la mentalidad que sustentó tanta negligencia. Es muy doloroso, pero tenemos que admitir que fue un desastre 'Made in Japan' (...) cuyas causas se encuentran enraizadas en la cultura japonesa: nuestra obediencia irreflexiva, nuestra reluctancia a cuestionar la autoridad, nuestra devoción a seguir el protocolo, nuestro gregarismo y nuestro aislamiento".

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