¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

°
7 de Septiembre,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

El pensamiento no se ve ni se toca, pero pesa

Viernes, 13 de abril de 2012 21:19

Por GUSTAVO TOCONAS.
gtoconas yahoo.com.ar

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por GUSTAVO TOCONAS.
gtoconas yahoo.com.ar

-¿En qué se basó la propuesta que trajo para exponer en este seminario?

- La propuesta se basa en algo que nos enseñó Rodolfo Kusch y es que no pretendamos “ver sin estar”. Es la idea de que el pensamiento está siempre arraigado y en ese sentido en Latinoamérica estamos desfasados. Hace falta indagar en el suelo cultural, reconocer el miedo original, ese miedo de ser primitivo. Es como si quisiéramos “ser” sin “estar”.

-¿Cuál ha sido el aporte de Kusch?

-Yo daba una frase de Rodolfo Kusch que es algo que marca y que quise traerlo y es que “el pensamiento no se ve ni se toca, pero pesa”. Está gravitado por el suelo que habitamos. En última instancia lo que Kusch intenta es que recuperemos la América profunda. Así se llama uno de sus libros. Toda esta movida es por los 50 años de la aparición de ese libro. Esta es una jornada preparatoria como la que se hizo en la Universidad de Salta para la jornada fuerte que se hará en Maimará, donde Kusch vivió sus últimos años, el 3, 4 y 5 de mayo próximos. Queremos que se reconozca su gran creatividad.

-En este seminario están participando docentes, ¿cuál es el papel de la educación en este sentido?

-Creo que desde esta perspectiva, yo como docente debo ser consciente del “estar”, de lo que soy. No puedo enseñar lo mismo de la misma manera en cualquier lado. El docente tiene que tener arraigo, saber estar siendo. No es lo mismo enseñar en un barrio A o un B o C. Por ejemplo el normalismo, durante muchos años, dijo que todos debemos hablar igual. Un niño que venía con una tonada, un modismo resabio de lengua indígena rápidamente era corregido porque hablaba mal. ¿Cómo que habla mal?, lo que pasa es que habla distinto. Existe como una maldición de tener que parecernos a Europa. Kusch decía: “negar esa maldición de parecernos a Occidente”

-Se están recordando los 50 años de la publicación de “América Profunda”, de Rodolfo Kusch, ¿cómo se actualiza aquella obra hoy?

-Tiene mucha actualidad. En ese libro Kusch nos habla de estar ligados a lo popular, de esa actitud de ponernos una máscara de que somos cultos, de que no nos animamos a abrir la puerta y entrar a la trastienda. Hoy que hablamos de que somos ciudadanos del mundo, eso es interesante en la que medida que podamos dilucidar el “estar”.

-Usted es protagonista de la filosofía de la liberación…

- Sí, se trata de resistir a un pensamiento único que nos quieren imponer. Es algo como un monoteísmo secularizado. Nos deja sin alternativas. Hay que resistirse a la falta de diálogo. No resistir por resistir, sino crear.

-¿Cómo influye en nuestra historia este pensamiento?

Es difícil porque tenemos por detrás una historia oficial que intentó homogeneizarnos negando cosas. Creo que en este momento hay un esfuerzo grande de mucha gente, los académicos, de tejer de nuevo la trama de la historia. Hemos ignorado cosas, reprimido cosas. Veamos de poner de nuevo todo esto en el relato. Yo soy muy esperanzado en esto. De alguna manera yo veo que los jóvenes escuchan y reacciona rápido, entienden. El docente debe enseñar a sus alumnos a usar la razón, la libertad, etc.

-Kush habla del “estar siendo”…

Si sabemos estar podemos crear el mundo de vuelta, recuperar un pensar total, no episódico. El decía que el equilibrio de lo humano no es sencillo. Se trata de hacernos cargo de esto y seguir pensando. El pensar no se ve ni se toca, pero pesa, está gravitado por el suelo que habitamos y no por el patio de los objetos. Este pensar consiste en romper el desfasaje entre el sujeto que piensa y el sujeto cultural. Kusch decía que “todo está caído, aún los dioses” y que “detrás de todo esto está la indigencia de un sujeto descontituido”. Tenemos que animarnos a “estar siendo” dado que América puede ser la otra cara de la luna. En la tarea educativa debemos buscar la identidad narrativa es decir, entender que la vida es un relato en busca de un narrador. Poder narrar es una enorme maravilla de la Humanidad.
 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD