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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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“Los gobiernos fracasados atacaron a Menem para revalorizar sus fracasos”

En diálogo con El Tribuno de Jujuy, el hermano del expresidente Carlos Menem sostuvo que la similitud entre el riojano y Javier Milei es "la decisión de enfrentar todas las situaciones que dejó el Gobierno anterior". Además, defendió las privatizaciones que impulsa el presidente libertario y dijo que "la crisis de 2001 no se produjo por la convertibilidad sino por la fragilidad política de Fernando De La Rúa". 
Sabado, 18 de mayo de 2024 01:01

Luego del homenaje que le hizo Javier Milei a su hermano Carlos Saúl Menem, ¿ve muchas similitudes entre ambos Gobiernos?

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Luego del homenaje que le hizo Javier Milei a su hermano Carlos Saúl Menem, ¿ve muchas similitudes entre ambos Gobiernos?

Son épocas distintas, lemas distintos y personas distintas. Veo en Milei, similar a lo que hizo el presidente Menem, la decisión de enfrentar todas las situaciones que dejó el Gobierno anterior. En este caso hay una pésima situación económica con una inflación que nunca la supieron parar y con un Banco Central con reservas negativas, etc. En el caso del presidente Menem también encontró una inflación más alta y con datos muy negativos en materia económica, pero por lo menos las instituciones de la República estaban funcionando bien. En el caso de Milei recibió casi todas las instituciones de la República deterioradas, tergiversadas y menoscabadas por el Gobierno de Alberto Fernández con el control remoto de Cristina Kirchner. Eso es en lo que se diferencian y en lo que se parecen.

En la Ley Bases están incluidas muchas privatizaciones que su hermano hizo y luego volvieron al Estado, ¿eso no habla del fracaso de ese proceso privatizador?

Esa fue la causa por la cual estamos como estamos. El kirchnerismo hizo la contra reforma y volvió a estatizar empresas que, como antes, dan grandes pérdidas y los servicios, salvo en honrosas excepciones, no son buenos. El Estado tiene que subsidiar con grandes sumas a estas empresas para que puedan seguir funcionando, en cambio con las empresas privatizadas no pasaba eso. Por ejemplo, con la privatización de la telefonía hubo un progreso tremendo: en vez de diez años para poner un teléfono las compañías lo ponían en 48 horas y además se introdujo la telefonía celular. La historia nos enseña que las empresas funcionan mejor en manos privadas porque el Estado no está para ejercer actividades industriales o comerciales, sino para Justicia, Seguridad, etc. La inseguridad ha avanzado sobre la libertad de las personas y eso habría que atenderlo. Los que hablan en contra de las privatizaciones no tienen en cuenta lo que pasó. Por supuesto no fueron todas iguales, algunas anduvieron mejor que otras.

Milei llegó a la presidencia repudiando a la clase política y ustedes venían del riñón de la política, lo que es una diferencia importante...

Esas son cuestiones personales que no hacen al manejo de las cosas importantes del Gobierno. No creo que eso influya en las medidas de Gobierno que hubo que tomar durante la gestión del presidente Menem. Tuvimos picos de inflación pero con la convertibilidad tuvimos una estabilidad económica de casi diez años, esa es una de las cuestiones importantes.

Usted reivindica a la convertibilidad pero muchos le echan la culpa a esa política por la crisis de 2001, ¿qué les responde?

No, no, no. Ese es un error muy grande, algunos creen que es así y están equivocados y otros lo dicen de mala fe. La crisis de 2001 no fue por la convertibilidad sino por la fragilidad política de (Fernando) De la Rúa, que lo empezaron a atacar de todos lados, incluyendo la renuncia de su vicepresidente (Carlos "Chacho") Álvarez al año de asumir el Gobierno y creía que iba a haber un operativo clamor para que vuelva, cosa que no pasó. Eso lo perjudicó mucho a De la Rúa, y después desde las filas radicales empezaron a manifestar su descontento. Los propios radicales empezaron a pedirle la renuncia a De la Rúa. Lo que fracasó no fue lo económico, sino lo político y después eso arrastró lo económico, no sólo la convertibilidad sino muchas instituciones de la economía dejaron de funcionar como corresponde porque no había respaldo político, no había posibilidad tampoco de conseguir que se radiquen nuevas empresas como ocurrió en los noventa. Me refiero a General Motors, Toyota y muchas otras. En la época de la Alianza no ocurrió eso porque ya no había confianza por la situación política.

Durante muchos años Carlos Menem era como una mala palabra en la sociedad e incluso se lo ligó mucho a la corrupción...

Los Gobiernos fracasados atacaron un poco para querer valorizar sus propios fracasos. Es decir, como fracasaron ellos en hacer lo que nunca pensaron que un hombre de La Rioja podía hacer las transformaciones que hizo, lo comenzaron a atacar. Hablaron de corrupción, promovieron denuncias penales, hicieron de todo para bajarle el prestigio al presidente Menem. La Alianza incluso contrató a un publicista norteamericano, Dick Morris, para demonizar al presidente Menem. Los Kirchner en eso fueron promotores de la campaña en contra de Menem. Néstor Kirchner llegó a tocarse un testículo cuando Carlos Menem juró como senador, lo que fue una actitud totalmente ordinaria. No obstante eso, le pusieron el nombre de Kirchner a un centro cultural.

¿Por qué se demoró tanto la colocación del busto de su hermano en la galería de los expresidentes de la Casa Rosada?

El busto del presidente Menem estaba secuestrado, no lo querían poner en donde corresponde y lo tenían tirado por ahí. Yo valoro la decisión del presidente Milei de empezar a reivindicar los logros del presidente Carlos Menem y decir que fue el mejor presidente de la historia. Esto Milei no lo hizo por simpatía sino en base a un programa que consiste en determinar en qué condiciones recibió el país cuando asumió en qué condiciones lo dejó cuando se fue del poder. Había una máquina de injuriar y de perseguir. No les bastó de que Carlos Menem sea el más perseguido por el Gobierno militar, mientras él era perseguido y estaba en la cárcel de Magdalena, los que después aparecieron como defensores de los derechos humanos confraternizaban con los militares como hizo Kirchner en el sur o como hizo (Elisa) Carrió en el Chaco, que fue funcionaria del gobierno militar.

Si Carlos Menem hizo tan buena gestión como usted dice, ¿por qué no pudo superar el 24% de los votos en 2003 y volver a la presidencia?

Porque (Eduardo) Duhalde estaba resentido, ya que creía que él había perdido las elecciones de 1999 por la falta de apoyo de Carlos Menem, cosa que es mentira. Él perdió hasta en su propio distrito (Buenos Aires) y en el lugar donde ganó por más votos fue La Rioja. Ese resentimiento lo llevó a que bajo ningún punto de vista quería que Menem tuviese posibilidades, entonces eliminó las internas del partido y autorizó que salgan los candidatos del partido en forma separada pero no como en una ley de Lemas, sino que todos dividían los votos. Duhalde le dio su apoyo a Kirchner, hizo un acuerdo con él donde seguro no deben haber faltado los asuntos económicos, y quien antes de las elecciones de 2003 tenía una intención de voto del 6% y lo llevó al 22%. Hicieron toda clase de tramoyas y se había tornado imposible controlar la elección, sobre todo en provincia de Buenos Aires. Por eso nosotros le aconsejamos a Carlos que no fuera a la segunda vuelta. Él quería ir, pero tuvimos una reunión los dirigentes más cercanos a él y decidimos que no debía participar para no convalidar todas esas trampas que habían hecho Duhalde y Kirchner.

 

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