En el fin de semana de la fiesta de la Ascensión de Jesús a los cielos, dos comunidades de las Yungas jujeñas recibieron a sus nuevos párrocos. La noche del sábado el padre Marcelo Yucra tomó posesión en la parroquia Señor y Virgen del Milagro de Libertador General San Martín; en tanto que el padre Ernesto Vilte hizo lo propio en la parroquia San Juan Evangelista de Fraile Pintado, en la mañana de ayer. Ambas ceremonias fueron presididas por el obispo Daniel Fernández, los presbíteros se desempeñarán durante 6 años y recibieron muchas muestras de cariño en las bienvenidas.
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En el fin de semana de la fiesta de la Ascensión de Jesús a los cielos, dos comunidades de las Yungas jujeñas recibieron a sus nuevos párrocos. La noche del sábado el padre Marcelo Yucra tomó posesión en la parroquia Señor y Virgen del Milagro de Libertador General San Martín; en tanto que el padre Ernesto Vilte hizo lo propio en la parroquia San Juan Evangelista de Fraile Pintado, en la mañana de ayer. Ambas ceremonias fueron presididas por el obispo Daniel Fernández, los presbíteros se desempeñarán durante 6 años y recibieron muchas muestras de cariño en las bienvenidas.
Debido a la consternación y turbación que generó en la localidad fraileña el reciente femicidio de la joven madre Tamara Fierro, en su homilía de la víspera monseñor Fernández destacó que “ahora al padre Ernesto en estos días le toca venir a consolar, a esta comunidad que está herida, dolida por lo que ha sucedido con Tamara”.
Dijo que tenemos que orar por lo que le pasa a nuestra familia, a los jóvenes. E instó a “cuidarnos unos a otros” para que estos hechos no sucedan más. También exhortó a la comunidad cristiana a concientizar, contener y fortalecer a las familias. El padre Ernesto, quien fue acompañado por las imágenes patronales Del Milagro de su destino previo, expresó que “me tocó vivir momentos difíciles en cada comunidad, solo le pido a Dios estar a la altura de las circunstancias; hacer presente al Señor y ser luz en medio de situaciones de oscuridad”.
El sacerdote agradeció a monseñor Fernández su confianza, a la Municipalidad de Fraile Pintado que le entregó la llave de la ciudad y a las comunidades por las que transitó en Tilcara, Libertador y la actual. Asimismo consideró que con la experiencia recogida, es un sacerdote con un corazón más cercano al Buen Pastor y más manso. El obispo diocesano durante ambas misas indicó que la misión de Jesús no termina con la Ascensión sino que comienza la misión de la Iglesia para lo cual se espera al Espíritu Santo cuya fiesta -Pentecostés- es el domingo próximo. En ese sentido resaltó el llamado a salir y recordó que en julio se hará la misión diocesana para compartir y llevar el mensaje de la fe, en este año jubilar de la esperanza.
En Libertador
Mientras que la noche del sábado en la toma de posesión del padre Marcelo en la parroquia Señor y Virgen del Milagro de Libertador monseñor Fernández enfatizó en que “Jesús está presente en los pastores que nos conducen y comparten la vida con la comunidad”; agregando la importancia de renovarse en la misión y en el servicio. Pidió a los fieles que “ayuden al padre Marcelo, hay mucho que hacer por delante; se viene la misión diocesana, en septiembre las fiestas patronales, no hay tiempo que perder”.
Y oró para que el “Señor y la Virgen del Milagro guíen sus pasos para la misión que Jesús nos encomendó”. Por su parte el nuevo párroco agradeció al obispo, al padre Ernesto y a la comunidad de Fraile por todo el tiempo compartido. “Les pido me ayuden a seguir, a conocer, simplemente a seguir juntos y que caminemos como peregrinos de esperanza”, indicó el padre Marcelo asumiendo que su nuevo destino es “un desafío para seguir creciendo en gracia y santidad”. Los saludos, obsequios y momentos de compartir se multiplicaron en ambas localidades de las Yungas para agasajar a los nuevos párrocos.