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Las jornadas previas a la evocación en Abra Pampa

Unos nueve días antes de la recordación las familias puneñas se reúnen para rezar junto a vecinos y amistades.

Sabado, 02 de noviembre de 2024 01:02
FOTO DE ARCHIVO | MESA CON OFRENDAS PARA ESPERAR AL FAMILIAR FALLECIDO.

ABRA PAMPA (Corresponsal). La tradición dice que el primero de noviembre las almas de los difuntos bajan a la tierra y permanecen en el mundo de los vivos por veinticuatro horas para disfrutar de un altar instalado por sus familias con varios elementos que son característicos de esta celebración y que recuerdan cómo era la vida del que partió.

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ABRA PAMPA (Corresponsal). La tradición dice que el primero de noviembre las almas de los difuntos bajan a la tierra y permanecen en el mundo de los vivos por veinticuatro horas para disfrutar de un altar instalado por sus familias con varios elementos que son característicos de esta celebración y que recuerdan cómo era la vida del que partió.

En Abra Pampa al finalizar el mes de octubre los pobladores se preparan para esperar a sus seres queridos que partieron, ya en noviembre el primero y dos visitar las tumbas para concluir con el despacho de las almas.

La tradición que los conecta con sus seres queridos que fallecieron en la Capital de la Puna comienza unos nueve días antes de la celebración de "Todos los Santos y los Fieles difuntos", donde las familias se reúnen para rezar la novena junto a vecinos y amistades. Por lo general lo hacen por las tardes, donde se peticiona a través de las oraciones y cantos religiosos, por el descanso eterno de las almas y angelitos que murieron. Este momento se realiza con un rezador que es el encargado de guiar el rezo del santo rosario, letanías y plegarias acompañados por los cantos religiosos tradicionales como "Almas a la gloria" y "Más allá del sol" frente a un altar, que está preparado con una imagen del difunto (alma - angelito), un rosario, agua bendita, coca, cigarrillos y flores.

Cada día al finalizar la novena la familia, en el cierre hacen coquear y fumar a las almitas. Esto consiste en separar hojas de coca, las cuales las pasan por las velas encendidas y lo depositan en un recipiente que está destinado para "el convido" (para el alma), al cigarrillo lo encienden y colocan en otro recipiente preparado con tierra. Finalmente acompañado por el canto los asistentes a la novena bendicen el altar con agua bendita.

Los fondos de los altares y mantel de la mesa por lo general para las almas nuevas es de color negro los tres primeros años, para el resto de los años blanco, mientras que para los angelitos siempre blanco.

Usualmente la mesa se pone al terminar el último día de la novena, en tres pisos. En el primer se colocan la escalera, la cruz y toda la variedad de ofrendas, bebidas, golosinas, conservas, ese sector es para las almas. El segundo piso es para los rezadores mientras que el tercero es para repartir entre todos los asistentes.

Consultada una de las conocedoras de este acervo cultural de la zona manifestó a nuestro diario que "esto heredamos de nuestros antepasados, como el esperar al familiar fallecido, el reencuentro, el compartir y acompañar a la familia que nosotros llamamos dolientes, que significa están viviendo el duelo de la ausencia del ser querido".

En otra parte de la entrevista nos contó sobre la importancia de este reencuentro. "En este tiempo la familia se organiza, buscan personas para que puedan acompañar en la elaboración de las ofrendas dulces y saladas, la chicha, las comidas y las coronas. También se hablan a los rezadores de la novena, a los que realizarán el despacho ya los encargados de levantar la mesa. Durante estos días, es una convivencia cotidiana especial que se vive con quienes acompañan tu tristeza y por un momento te sentís feliz de saber que vendrán tus seres que partieron, te verán compartir, percibís la ayuda del otro, vivís días de cordialidad y te sentís bendecido por tus seres que te cuidan desde el más allá.

En cuanto a las ofrendas las tradicionales en la zona andina son principalmente la escalera, la cruz, las palomitas, las llamitas, el quirquincho, ovejas, coronas con palomitas, la luna y el sol. También agregamos cosas dulces como maicenitas, pastaflora, tartas, torta y rosquetes, a estos lo decoramos con crema, que preparamos con las claras de los huevos batidas con azúcar, esta crema también va para decorar las empanadillas. En cuanto a las comidas saladas los tres primeros años son las tradicionales el asado, machorra, calapurca, empanadas, pizza, albóndigas todas las comidas que le gustaba al difunto".

Se sabe que la noche del día primero de noviembre los seres queridos vienen a visitar y compartir el banquete que preparan para ellos. En esta noche la familia doliente de las almas nuevas recibirá toda la noche la visita de rezadores mientras en algunos lapsos del tiempo compartirán rezos y cantos religiosos. Ya por la mañana del día dos, en familia se trasladan al cementerio donde limpian, ordenan las tumbas, participan de la santa misa, visitan a los familiares fallecidos, rezando y relatando anécdotas del ser querido. Además, llevan coronas, flores, velas que son colocadas en las tumbas. La mayoría llevan comida y bebida y permanecen un tiempo prudente en el lugar, para luego regresar al hogar y levantar la mesa, antes de hacerlo el rezador realizará las oraciones, cantos y bendición de la mesa. Seguidamente los repartidores serán los encargados de entregar las ofrendas de manera equitativa y hacer compartir las comidas.

Finalmente, los acompañantes encargados del despacho suelen irse lejos de la casa para enterrar las ofrendas del primer piso y todo lo que se compartió para el almita, cumpliendo de esta manera con el tradicional despacho a regreso las personas que fueron al realizar el despacho traen yuyos para realizar el momento final como es la venta de esos yuyos a las personas que se quedaron esperando, posterior a ello se hacen los agradecimientos y se despiden.

De acuerdo a las costumbres andinas, la festividad de Todos Santos significa la unión y el reencuentro familiar con los ancestros y seres queridos que dejaron este mundo terrenal.

 

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