Con gran alegría, la comunidad parroquial y devotos sampedreños participaron de la festividad central en honor a Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de la parroquia homónima, ubicada en barrio 14 de Abril. Cabe destacar que la comunidad, recordó las Bodas de Oro de la inauguración y bendición de la entonces capilla Santa Teresita, que luego dio origen a la parroquia, también, celebró los 40 años de la llegada de los misioneros scalabrinianos y 20 años de la elevación de vicaría a parroquia, tres acontecimientos importantes que quedaron escritos en las páginas el libro de la historia.
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Con gran alegría, la comunidad parroquial y devotos sampedreños participaron de la festividad central en honor a Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de la parroquia homónima, ubicada en barrio 14 de Abril. Cabe destacar que la comunidad, recordó las Bodas de Oro de la inauguración y bendición de la entonces capilla Santa Teresita, que luego dio origen a la parroquia, también, celebró los 40 años de la llegada de los misioneros scalabrinianos y 20 años de la elevación de vicaría a parroquia, tres acontecimientos importantes que quedaron escritos en las páginas el libro de la historia.
DEVOTA DE SANTA TERESITA | RENUEVA SU EXPRESIÓN DE FE.
Los devotos se congregaron en la plazoleta donde se levanta la gruta, ubicada entre las calles Perú y Presidente Perón y desde allí, portando la imagen de Santa Teresita en andas, recorrieron las calles del barrio, hasta llegar al templo parroquial, donde otro grupo de fieles formó un cordón para demostrar su devoción a la santa, arrojando a su paso pétalos de rosas.
La misa que tuvo especiales signos, fue presidida por el padre Héctor Barrera, quien llegó especialmente invitado para acompañar en esta feliz jornada a la comunidad y concelebrada por el párroco Jorge García Méndez y el párroco de La Mendieta Renato Vendrúsculo.
PADRE HÉCTOR BARRERA
"Es lindo encontrarnos para pensar en la sencillez, transparencia y humildad de esta mujer de Dios: Teresa de Jesús. En aquellos tiempos, a sus quince años, fue a decirle al Papa que no daba más, que explotaba de amor por aquel que la llamaba a una vida de entrega total, de sacrificio, de santidad. Por eso fue designada patrona de las misiones. Teresita tuvo la experiencia, desde muy pequeña, de dejarse amar por Jesús. Ella sabía quién era el dador de vida y lo que da sentido a la vida es la vocación. A lo largo de mi vida sacerdotal, me encontré con gente que lo tiene todo y no es feliz. Y viendo nuestra gente de la Puna, de la Quebrada, que a veces no le alcanza para llegar a fin de mes y con tan poco es feliz, me mostró en cada instante, que es feliz porque tiene a Dios", dijo el padre Barrera en su homilía.
En otro tramo, destacó la necesidad de hacerse niño frente a Dios. "El niño no necesita otra cosa que la cercanía, el cariño, la protección de sus padres, más en la hora de la oscuridad. Así nosotros acudimos a Dios con fe y devoción. Debemos aprender a pedir pero también a agradecer. Santa Teresita se dejó amar primero por Dios. Dios nos amó primero y nos llamó, nos eligió. Amar es imitar a Santa Teresita, dar la vida como Jesús, entregarse en la salud y en la enfermedad", prosiguió. Acotó que en 1997, el Papa Juan Pablo II, la declaró Doctora de la Iglesia. No como un título universitario sino por su infancia espiritual, por respuesta de amor a Dios y a los hermanos, incluso a la gente. Toda su vida fue orar y ofrecer todos los dolores y el padecimiento de su enfermedad por la santidad de los sacerdotes y por las misiones de la Iglesia. "Santa Teresita se comunicaba con Jesús en el sagrario, de rodillas frente al Señor. Es bueno descubrir que desde el día de nuestro bautismo, estamos llamados a dejarnos a amar por Dios para poder amar, para poder servir, para entregar la vida como Santa Teresita. Que ella nos haga recordar cuántas maravillas obró el Señor en nuestras vidas", finalizó.
Durante la celebración, la comunidad expresó su afecto por el querido sacerdote Héctor Barrera, destacando la alegría con la que permite vivir la misa, "fue hermosa la unidad que pudimos vivenciar cada momento, como en el rezo del padre nuestro, con el signo de tomarnos las manos como una verdadera comunidad de hermanos, como el cantar con fuerza y regocijo. Agradecemos también a nuestro párroco el padre Jorge, por el gran trabajo pastoral que está realizando, uniendo a todas las comunidades de la parroquia", dijeron los fieles.