Con el objetivo de garantizar que los niños, niñas y adolescentes de la provincia accedan a una educación de calidad que fortalezca sus capacidades lectoras y escritoras, el Ministerio de Educación de Jujuy presentó el Plan Operativo Anual 2025 del Plan Provincial de Alfabetización, una propuesta integral que busca consolidar lo logrado en 2024 y avanzar en nuevas estrategias. La profesora Alejandra Macagno, Asesora Técnica Pedagógica Ministerial, durante una charla en el streaming de El Tribuno de Jujuy, brindó detalles clave sobre la planificación y los desafíos del programa.
“Estamos trabajando junto con los equipos técnicos ministeriales y los supervisores en la consolidación del plan. Es una planificación atravesada por la información, por los datos, por la evidencia. No se trata de acciones aisladas, sino de una estrategia construida sobre la base de lo que ya venimos haciendo”, señaló Macagno durante la entrevista.
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Con el objetivo de garantizar que los niños, niñas y adolescentes de la provincia accedan a una educación de calidad que fortalezca sus capacidades lectoras y escritoras, el Ministerio de Educación de Jujuy presentó el Plan Operativo Anual 2025 del Plan Provincial de Alfabetización, una propuesta integral que busca consolidar lo logrado en 2024 y avanzar en nuevas estrategias. La profesora Alejandra Macagno, Asesora Técnica Pedagógica Ministerial, durante una charla en el streaming de El Tribuno de Jujuy, brindó detalles clave sobre la planificación y los desafíos del programa.
“Estamos trabajando junto con los equipos técnicos ministeriales y los supervisores en la consolidación del plan. Es una planificación atravesada por la información, por los datos, por la evidencia. No se trata de acciones aisladas, sino de una estrategia construida sobre la base de lo que ya venimos haciendo”, señaló Macagno durante la entrevista.
El Plan, que fue aprobado por el Consejo Federal de Educación y firmado por la ministra de la provincia junto a sus pares del país, comenzó a delinearse en los primeros meses del año. Desde enero hasta marzo, el equipo liderado por Laura Molina, coordinadora del Plan de Alfabetización, trabajó intensamente junto a las direcciones de nivel, modalidades, la Dirección de Acompañamiento Institucional (DALey) y los supervisores territoriales.
“La alfabetización es construir futuro. Por eso este plan involucra a toda la comunidad educativa, a las familias, a los municipios, y a los distintos sectores que pueden sumar a este compromiso”, remarcó la asesora. En este sentido, el trabajo no se limita al aula, sino que promueve una red de apoyo más amplia que incluye “municipios alfabetizadores” y programas socioeducativos.
Uno de los ejes más destacados del Plan es el acompañamiento docente continuo. Según explicó Macagno, se fortalecerán las instancias de formación profesional, tanto en modalidad presencial como virtual, con una fuerte presencia territorial para que los equipos puedan acompañar a los docentes en sus propios contextos. “Vamos a poner mucha fortaleza en la formación docente continua y en el trabajo territorial, acompañando a los supervisores, que son los referentes por excelencia del Ministerio en el territorio”, afirmó.
El Plan abarca todos los niveles educativos obligatorios: inicial, primario y secundario, con estrategias diferenciadas para cada etapa. En el nivel inicial, el foco está puesto en el desarrollo de la oralidad, la escucha activa, la lectura de cuentos y el juego como herramienta de iniciación al lenguaje escrito. En el nivel primario, especialmente en el primer ciclo, se busca garantizar que todos los estudiantes alcancen una alfabetización plena en los primeros años de escolaridad. Y en el nivel secundario, el trabajo apunta a recuperar y fortalecer las habilidades lectoras y escritoras en aquellos estudiantes que aún presentan dificultades, con el apoyo de tutorías, recursos digitales y propuestas integradas en distintas asignaturas.
Otro aspecto clave de este plan es su anclaje institucional. “El año pasado el plan se institucionalizó: quedó instalado en las escuelas a través de herramientas y estrategias que hoy nos permiten profundizar lo logrado. Hay una base sólida sobre la cual seguir trabajando”, explicó la profesora. Este proceso implicó la planificación sistemática dentro de las escuelas, el seguimiento a través de supervisores y la implementación de materiales específicos que ya están en uso.
Finalmente, Macagno hizo hincapié en el carácter colectivo de esta iniciativa. “Todos coincidimos en que la alfabetización no es solo responsabilidad del docente. Es una tarea compartida que involucra a directivos, familias, comunidades y al propio Estado. Leer, escribir y comprender son derechos fundamentales, y es nuestra obligación garantizar que se cumplan”, concluyó.