Casi 8 millones de bolivianos, incluidos los que residen en el extranjero, asistirán hoy a las urnas para elegir un nuevo presidente y vicepresidente, así como a los 26 senadores y 130 diputados del vecino país. El expresidente Evo Morales, la figura política dominante en Bolivia durante las últimas décadas, no puede presentarse a las elecciones y ha pedido al electorado que boicotee los comicios con el voto nulo, pero las encuestas sugieren que su influencia está decayendo.
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Casi 8 millones de bolivianos, incluidos los que residen en el extranjero, asistirán hoy a las urnas para elegir un nuevo presidente y vicepresidente, así como a los 26 senadores y 130 diputados del vecino país. El expresidente Evo Morales, la figura política dominante en Bolivia durante las últimas décadas, no puede presentarse a las elecciones y ha pedido al electorado que boicotee los comicios con el voto nulo, pero las encuestas sugieren que su influencia está decayendo.
El Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia, el partido del expresidente indígena que ha gobernado casi ininterrumpidamente desde 2006, se presenta a las elecciones como una fuerza política débil y fragmentada, con un apoyo electoral en declive en medio de una crisis de abastecimiento de combustible y la peor crisis económica que ha vivido el país en décadas.
Las encuestas de opinión sugieren un creciente apoyo a líderes de derecha como Samuel Doria Medina y Jorge "Tuto" Quiroga, que prometen un cambio de rumbo y la estabilización de la economía. El presidente Luis Arce no se presentará a la reelección.
Ninguno de los ocho candidatos presidenciales que compiten por el mandato de cinco años supera el 30% de intención de voto en las encuestas. Aproximadamente una cuarta parte de los votantes afirmaba ayer que aún no había decidido su voto.
Si ningún candidato gana las elecciones de agosto por mayoría absoluta, se celebrará una segunda vuelta, prevista para el 19 de octubre. El nuevo presidente tomará posesión del cargo el 8 de noviembre.
La mirada de los bolivianos parece estar puesta en la economía. La escasez de combustibles, la pérdida de valor de su moneda en el mercado paralelo de divisas y una inflación interanual del 25% integran la larga lista de preocupaciones.
"La crisis económica produce molestia e incertidumbre en el votante. El malestar social sin dudas impactará en el comportamiento electoral de la gente", explica José Luis Exeni, expresidente de la Corte Nacional Electoral de Bolivia.
Los nombres
El bloque de la oposición de derecha está encabezado por 3 candidatos: Jorge "Tuto" Quiroga (Libre), quien fue presidente de Bolivia en 2001-2002; el empresario y dirigente de la derecha liberal, Samuel Doria (Alianza Unidad); y el alcalde de la ciudad de Cochabamba, Manfred Reyes (Autonomía Para Bolivia). También compite Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano), hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y senador por el departamento de Tarija.
El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez (Alianza Popular), se presenta como el principal aspirante de la izquierda boliviana y le siguen el exministro de Gobierno, Eduardo del Castillo (Movimiento al Socialismo).
Y la oferta electoral se completa con Max Johnny Fernández (Alianza Fuerza del Pueblo) quien apunta a una reconstrucción económica mediante la atracción de inversión privada, una capitalización del Banco Central de Bolivia (BCB) y una reforma constitucional; y Pavel Aracena (ADN) quien se presentó como el candidato "emergente" de la votación.