Este viernes, Israel y el movimiento Hamas iniciaron los preparativos para poner en marcha un acuerdo de cese al fuego, con el objetivo de dar por terminada la guerra que ha afectado la Franja de Gaza por más de dos años. La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó en la madrugada que el gabinete de seguridad israelí aprobó el borrador del acuerdo.
La “primera fase” del plan, impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, permitirá que el cese de hostilidades entre en vigor en las próximas 24 horas. Como parte de los términos, el ejército israelí se replegará a una línea que dejará bajo su control militar alrededor del 53% del territorio de Gaza, según un mapa difundido por la Casa Blanca.
El Intercambio
Una vez implementado el alto el fuego, se activará una cuenta regresiva de 72 horas durante la cual Hamas está obligado a liberar a los 20 rehenes israelíes que se cree aún permanecen con vida. En una etapa posterior, la organización deberá proceder a la devolución de los cuerpos de 28 rehenes fallecidos, aunque el plazo para este proceso no ha sido especificado.
En contrapartida, Israel llevará a cabo la liberación de 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y de 1.700 detenidos de Gaza. Además, como parte de lo estipulado, Israel devolverá los cuerpos de 15 gazatíes por cada rehén israelí liberado.
Este acuerdo marca un punto de inflexión en el prolongado conflicto, abriendo una frágil esperanza hacia una desescalada duradera, aunque su implementación será vigilada minuto a minuto por las partes y la comunidad internacional.