Casabindo, en el corazón de la Puna jujeña, vivió hoy una de sus jornadas más intensas y representativas: el Toreo de la Vincha, parte central de las honras a la Virgen de la Asunción. Desde la plaza “Pedro Quipildor”, bajo un cielo diáfano y con las tribunas colmadas, más de una decena de toros y toreros protagonizaron una demostración de destreza, valentía y devoción única en el país. Entre los momentos más destacados, Juan Quiroga de Abra Pampa arrebató la vincha al toro El Negrito de la Virgen, Alfredo Gutiérrez de Casabindo hizo lo propio con El Papucho, Ariel Zárate de Casabindo consiguió la vincha de Nieves Junior y Gaspar César, de San Salvador de Jujuy, logró capturarla a Chiquilín, sumándose a otros toreros que también cumplieron la arriesgada misión.
inicia sesión o regístrate.
Casabindo, en el corazón de la Puna jujeña, vivió hoy una de sus jornadas más intensas y representativas: el Toreo de la Vincha, parte central de las honras a la Virgen de la Asunción. Desde la plaza “Pedro Quipildor”, bajo un cielo diáfano y con las tribunas colmadas, más de una decena de toros y toreros protagonizaron una demostración de destreza, valentía y devoción única en el país. Entre los momentos más destacados, Juan Quiroga de Abra Pampa arrebató la vincha al toro El Negrito de la Virgen, Alfredo Gutiérrez de Casabindo hizo lo propio con El Papucho, Ariel Zárate de Casabindo consiguió la vincha de Nieves Junior y Gaspar César, de San Salvador de Jujuy, logró capturarla a Chiquilín, sumándose a otros toreros que también cumplieron la arriesgada misión.
La jornada, transmitida en vivo por El Tribuno de Jujuy , reunió a toreros provenientes de Abra Pampa, Casabindo, La Quiaca, Buenos Aires, Ledesma, Aguas Calientes y San Salvador de Jujuy. El ruedo recibió a los toros que dieron vida a esta edición: El Cara Chola, El Negrito de la Virgen, El Guaso, El Papucho, El Burro Ortega, Negro Guaguita, El Chiquilín, Nieves Junior, El Casabindeño y El Pícaro Colorado.
La tensión en el aire crecía a medida que cada toro ingresaba al corral y se abría la puerta hacia el ruedo. El público, apostado en las gradas, sobre los muros y hasta en el cerro de la Cruz, acompañaba con vítores, aplausos y cánticos, reconociendo el esfuerzo de quienes se enfrentaban a los animales para quitarles la vincha roja adornada con monedas, símbolo de la ofrenda a la Virgen.
Cada salida al ruedo condensaba segundos de máxima adrenalina. El público celebró con especial entusiasmo las hazañas de los toreros que lograron su objetivo: Juan Quiroga, Alfredo Gutiérrez, Ariel Zárate y Gaspar César fueron los nombres más coreados, pero no los únicos en sumar vinchas al altar de la patrona.
Como cada año, la destreza y el respeto por el animal fueron parte esencial de la práctica, que mantiene su carácter incruento. Sin embargo, la intensidad del desafío dejó algunos heridos que fueron asistidos de inmediato por el equipo del SAME presente en el lugar, garantizando atención médica rápida y segura.
Previo al inicio, El Tribuno de Jujuy dialogó con varios protagonistas y asistentes para conocer de cerca sus sensaciones. Armando Quiispe, uno de los toreros, expresó su sentir. “Es una experiencia única. Se mezclan confianza, coraje, miedo e incertidumbre, pero todo se hace con fe y en homenaje a la Virgen y a la lucha de nuestros pueblos”.
Desde las gradas, una visitante de Tandil compartió su emoción. “Es la primera vez que vengo y me parece maravilloso. La demostración de fe del pueblo es conmovedora. Todo en Jujuy ha sido hermoso, pero esto nos hizo llorar a mis amigas y a mí. La gente es cálida y generosa”.
Carlos Miguel, joven de Abra Pampa y ex samilante, resumió el espíritu del día.“Es tradición, reencuentro y fe. Casabindo en agosto se llena de visitantes, y esta es la única fiesta taurina en Argentina donde no se lastima al toro. Es parte de nuestra identidad”.
Las cámaras y el equipo periodístico de El Tribuno de Jujuy capturaron cada instante, desde la salida de los toros hasta el momento en que la vincha era colocada a los pies de la Virgen de la Asunción. El streaming permitió que familiares, amigos y devotos que no pudieron viajar vivieran la experiencia en tiempo real, recibiendo mensajes y saludos desde distintos puntos del país y el extranjero.
Las tomas aéreas mostraron la magnitud de la celebración: la plaza repleta, los muros y las calles laterales colmadas, y el cerro de la Cruz como mirador natural, donde decenas de personas observaban cada instante con vista directa al ruedo y al corral.
El Toreo de la Vincha no es solo una prueba de habilidad y valentía; es un acto de fe y un puente entre generaciones. Cada vincha arrebatada es una promesa cumplida, un agradecimiento o un pedido a la Virgen, y un gesto que enlaza lo religioso con lo cultural en un contexto de respeto por los animales.
En palabras de Pedro Vázquez, vecino de Casabindo y encargado de las bombas de apertura: “Desde chico participo en la organización. Esta fiesta es especial porque la Virgen de la Asunción es muy querida por nuestro pueblo, y recibir a tanta gente nos llena de orgullo”.
Concluida la jornada, las vinchas obtenidas fueron llevadas al altar, mientras en la plaza seguían sonando sikuris y se iniciaban las despedidas. Quedaba la satisfacción de haber vivido, una vez más, una tradición que trasciende lo local y que se proyecta como una de las manifestaciones culturales más singulares de la Argentina.
Gracias a la transmisión de El Tribuno de Jujuy, la fuerza y la esencia del Toreo de la Vincha cruzaron fronteras, llevando a muchos lugares la imagen de un pueblo que honra a su patrona con coraje, respeto y profunda devoción.