El arte musical toca los corazones de las personas en cualquier espacio de la comunidad y se enraíza con los momentos que a nivel cultural se engrandecen con el paso del tiempo.
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El arte musical toca los corazones de las personas en cualquier espacio de la comunidad y se enraíza con los momentos que a nivel cultural se engrandecen con el paso del tiempo.
Estudiar engrandece. Terminó el nivel secundario en Cens 104 y, en la UNA, logró su título anhelado con más de 40 años.
Es así que desde niño, José Ariel Leonar sabía que el camino de la vida lo llevaría por donde las melodías lo sorprendieran; ya que en su corazón palpitaba fuerte la curiosidad de descubrir el mundo mágico de los sonidos. Y esa primera cercanía se hizo real cuando en su primera infancia comenzó como adorador del pesebre "Cristo Eterna Juventud" del barrio Epam III en Coronel Arias.
El movimiento generado en este entorno fraternal fue esencial para este pequeño que a los once años se animó a ser uno más de los músicos y a conectar con las composiciones que tiempo antes, adoraba.
La devoción por el Niño Dios se manifestó en él durante años, sea por agradecimiento o por dedicación; buscó la conexión con esta expresión y desde una fuerza innegable eligió nacer como artista, aceptando esta vocación como una nueva posibilidad.
"Siendo músico pude crecer como persona y de conocer a muchísima gente", dijo Ariel Leonar, este exalumno de la Escuela 1 "General Manuel Belgrano" y Escuela 51 "Santa Rosa de Lima". Como el tiempo fue pasando, ingresó a la Escuela Técnica 2 "Profesor Jesús Raúl Salazar" pero sólo cursó hasta segundo año.
"En casa me dijeron que debía estudiar o trabajar. Y entonces como sentí que lo mío era la música; busqué allí mi destino", expresó este jujeño que con catorce años en ese momento, se presentó a la Banda Juvenil Municipal "19 de Abril" para ejecutar el bombo.
Los instrumentos de percusión fueron sus primeros aliados, luego fue el turno de la trompeta y finalmente, su querido saxofón. Si bien cuando estaba en la banda, hacer música era su trabajo. La curiosidad de conocer más sobre el desempeño como integrante de una banda era más fuerte y empezó a cursar en el conservatorio de música una tecnicatura de seis años para perfeccionarse.
Con la premisa de evolucionar, experimentó diferentes prácticas con el saxo gracias a referentes que le dejaron huellas para fortalecer su saber. "Daniel Ramiro Cabrera me enseñó a ver el saxo de otra manera, aprendí a tocar obras clásicas, pero también un repertorio amplio; con cumbias, cuartetos, carnavalitos, valses, jazz y mambo. Me incentivó a seguir estudiando", explicó el artista que, luego, comenzó a vivir las emociones mediante presentaciones en vivo. Y desde el teatro "Bartolomé Mitre", el cine teatro "Select" y la peatonal fueron algunos de los escenarios donde se percibió el aplauso como alimento a su esfuerzo. "Ver la sonrisa de la gente o que con un tema de Sandro las señoras canten más fuerte, es algo que queda grabado", aseguró Leonar, que formó parte de carruseles en desfiles, encuentros y festivales.
Una serie de satisfacciones que vivió, perdura en su alma privilegiada por compartir la pasión que lo acompañó desde que era un niño. No obstante, la voluntad se hizo eco de su motivación por algo pendiente. Y era terminar el nivel medio de su formación académica. "Tenía que hacerlo, no importaba la edad sino el animarse y en tres años estudié y terminé la secundaria en la nocturna", reveló el egresado del Centro Educativo de Nivel Secundario - Cens 104.
Y entonces continuó junto a Gustavo Flores junto a Marcelo Funes, pilares artísticos que le enseñaron desde la humildad.
"No sé qué sería de la humanidad sin música" reflexionó Leonar, apostando fuerte a más y asistiendo a clases presenciales y virtuales para aprender dirección orquestal y coral.
"Nunca es tarde para volver a estudiar. Cuando entré a la Jujeña Jazz Band fue un nacer de nuevo y cuando Marcelo Funes gestionó la carrera universitaria a nivel nacional e internacional en la Universidad Nacional de las Artes – UNA como instrumentista orquestal, fue mi sueño cumplido", comentó con emoción quien se recibió en el año 2024 con alegría. Este integrante de la orquesta de Juan José Funes y de la Orquesta Sinfónica de Jujuy es actualmente gestor musical y cultural de la formación.
"A la música la vivo a pleno, desde que empecé fue hermoso. Aprender del folclore y de la música de cámara, poder ver que un niño de siete años con una persona de setenta pueden compartir la interpretación de una misma pieza musical es algo único", dijo el músico agradecido con la orquesta "Música con Alas".
Es que el arte musical ofrece valores humanos que Ariel Leonar resalta como experiencia personal y que lo invita permanentemente a prevalecer.
"Pasando los cuarenta pude tener mi título universitario, un logro que fue gracias a personas que me motivaron a estudiar pero, sobre todo, por mí mismo", reveló este músico de alma que interpreta composiciones ofrecidas con sensibilidad.
Consejo para padres. José Ariel Leonar incentivó a fortalecer la enseñanza y formación musical infantil en la provincia.
La experiencia. Desde su primera infancia hasta la actualidad, integró bandas de música para potenciar su talento artístico.