En la Sala II de los Tribunales capitalinos comenzó esta mañana la primera audiencia en el juicio por el asesinato de Matías “Luri” Sosa, ocurrido el 1° de mayo de 2024 en el barrio 12 de Octubre de la capital provincial.
Rodrigo Maximiliano Cruz es el único imputado en una causa caratulada como “homicidio criminis causa” en perjuicio de Matías “Luri” Sosa y las audiencias se desarrollan ante la atenta mirada del Tribunal conformado por los jueces Cecilia Sadir -como presidente-, Gastón Mercau y Noelia Cruz.
En esta primera audiencia, de las tres programadas, brindaron su testimonio familiares y amigos de “Luri” Sosa, entre ellos su progenitora. La querella de la familia de Sosa está representada por Joaquín Campos, del Centro de Asistencia a la Víctima del Ministerio Público de la Acusación (MPA), mientras que la defensa que asiste técnicamente a Cruz está en manos de Luis Gutiérrez. Como fiscal se encuentra Aldo Lozano, quien asumió la responsabilidad luego de la renuncia de Walter Rondón a su cargo en el Poder Judicial provincial.
A requerimiento de la presidente del trámite la prensa no pudo estar presente dentro del recinto de la audiencia, a excepción del momento de la apertura de la misma.
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En la Sala II de los Tribunales capitalinos comenzó esta mañana la primera audiencia en el juicio por el asesinato de Matías “Luri” Sosa, ocurrido el 1° de mayo de 2024 en el barrio 12 de Octubre de la capital provincial.
Rodrigo Maximiliano Cruz es el único imputado en una causa caratulada como “homicidio criminis causa” en perjuicio de Matías “Luri” Sosa y las audiencias se desarrollan ante la atenta mirada del Tribunal conformado por los jueces Cecilia Sadir -como presidente-, Gastón Mercau y Noelia Cruz.
En esta primera audiencia, de las tres programadas, brindaron su testimonio familiares y amigos de “Luri” Sosa, entre ellos su progenitora. La querella de la familia de Sosa está representada por Joaquín Campos, del Centro de Asistencia a la Víctima del Ministerio Público de la Acusación (MPA), mientras que la defensa que asiste técnicamente a Cruz está en manos de Luis Gutiérrez. Como fiscal se encuentra Aldo Lozano, quien asumió la responsabilidad luego de la renuncia de Walter Rondón a su cargo en el Poder Judicial provincial.
A requerimiento de la presidente del trámite la prensa no pudo estar presente dentro del recinto de la audiencia, a excepción del momento de la apertura de la misma.
La causa
Durante la instrucción llevada adelante por el entonces fiscal Walter Rondón, la causa fue caratulada como "homicidio en ocasión de robo" y luego pasó a "homicidio criminis causa". Es decir, que Cruz habría cometido el delito de “homicidio” para intentar ocultar el delito de robo en la vía pública. Esto, de acuerdo al inciso 7 del Artículo 80 del Código Penal de la Nación.
En los tres días de audiencias van a declarar numerosos testigos, además de la mujer que conducía el automóvil en el cual se desplazaba el imputado. Por eso darán su testimonio vecinos del barrio 12 de Octubre, agentes policiales que acudieron al escenario del hecho, médicos forenses, la mamá de "Luri" Sosa y sus amigos, acerca del conocimiento previo que habría entre la víctima y su victimario, porque asistieron al Colegio Santa Teresita de la capital provincial durante el nivel secundario.
El crimen de Matías “Luri” Sosa ocurrió alrededor de las 8 del 1° de mayo de 2024, cuando el hombre de 39 años fue asesinado de siete puñaladas en el tórax, en la intersección de las avenidas Azopardo y Eva Perón del barrio 12 de Octubre de la ciudad capital. El atacante había arribado al escenario del hecho a bordo de un auto conducido por una mujer.
En la mencionada esquina el rodado frenó su desplazamiento, el imputado Rodrigo Maximiliano Cruz bajó y abordó a Sosa. Luego de concretar el ataque, el inculpado regresó al vehículo y se dio a la fuga.
Fue en esas circunstancias que el sistema de emergencias 911 alertó, tras un llamado de los vecinos del sector, a personal del Same y a los efectivos policiales de la Seccional 6° sobre la presencia de un hombre con heridas de arma blanca y que se encontraba desvanecido en la vía pública. De inmediato los profesionales de la salud se constituyeron en el lugar, asistieron a la víctima y la trasladaron de urgencia al hospital “Pablo Soria”, donde fue diagnosticada con varias heridas de arma blanca en el tórax. Lamentablemente Sosa falleció horas más tarde en el nosocomio debido a la gravedad de las lesiones que sufrió.
Tres días después del ataque, el 4 de mayo, el fiscal Walter Rondón, a cargo de la investigación por ese entonces, solicitó al Juzgado de Control el pedido de registro y allanamiento en cuatro viviendas ubicadas en los barrios Cuyaya, San Pedrito y Alto Comedero de la capital jujeña. De esta manera, en ese último sector barrial los uniformados procedieron a la detención de Cruz y lo trasladaron a una sede policial para quedar a disposición de la Justicia.
En un primer momento Cruz había sido imputado por “homicidio en ocasión de robo”. Sin embargo, luego de la recolección de elementos probatorios donde se comprobó que conocía a la víctima, se ordenó el cambio de carátula a “homicidio criminis causa”, que prevé la pena de prisión perpetua. Mientras que la mujer que conducía el automóvil en el que se desplazaba el inculpado, fue sobreseída de la imputación que la tenía como presunta coautora del delito. El entonces fiscal Rondón aclaró que “es lo que correspondía conforme a derecho, se presentó, aportó la identidad de la persona (por Cruz) y con eso, en un plazo de 72 horas (desde el asesinato de Sosa) lo detuvimos”.
En el transcurso de los diez meses a partir del asesinato los familiares y amigos de “Luri” Sosa realizaron numerosas marchas en pedido de Justicia, en la Plaza Belgrano y otros espacios públicos de la capital jujeña. Además, siempre solicitaron el cambio de carátula para el único imputado por el crimen, luego de conocerse que existía un vínculo previo entre la víctima y el victimario.