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Es humahuaqueño y dueñode restaurantes vietnamitas

José Luis España vive desde hace diecinueve años en Madrid, donde dirige los espacios y es un apasionado del folclore.
Lunes, 08 de diciembre de 2025 04:29
VIETNAM EN MADRID | A BASE DE TRABAJO, JOSÉ LUIS ESPAÑA LIQUEZ DIRIGE RESTAURANTES EN CHAMBERÍ, ATOCHA Y LAS TABLAS

 

Con su espíritu jovial, las ganas de creer que todo es posible y las puertas que supo abrirse con trabajo constante, José Luis España Liquez siguió como destino el camino que curiosamente su primer apellido le marcó.

Pero, este presente que lo ubica al otro lado del océano Atlántico, en territorio madrileño, se concreta luego de haber transitado una situación de despido en la empresa Nestlé donde trabajaba en Buenos Aires. Esa circunstancia complicada, fue el motivo para su renacer en otra posibilidad e invertir el dinero de la indemnización en Europa.

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En 2006, llegó a Madrid para buscar su sueño dorado a fuerza de voluntad, humildad y agradecimiento a la vida para iniciar su aventura junto a conocidos que supieron ayudarlo en el camino. "Lo primero que hice fue ir a tres iglesias porque ahí te facilitaban teléfono y periódicos para solicitar trabajo. En una llamé pero no tuve suerte y las otras dos estaban llenas, habían muchos ecuatorianos", reveló.

No obstante, darse por vencido no entraba en sus parámetros por lo que la conexión esperada llegó e inició su carrera laboral en España siendo lavacopas en un restaurante asiático. "Los primeros tiempos fueron duros porque uno extraña muchísimo a la familia, es ponerle el corazón y no pensar demasiado. En mi caso, trabajando lo máximo posible para pensar menos", comentó el jujeño que luego se desempeñó como mozo.

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Como su vida laboral le permitía ahorrar y darse gustos, recorría las calles de Madrid cargadas de historia que contempló al igual que los pequeños pueblos. "Me sorprendían las casas antiguas y la modernidad en los autos, esos contrastes", reveló.

Admirado ante la seguridad de la ciudad, se sorprendió más ante la mentalidad del europeo que es diferente a la de otros países, incluida Argentina. "Mi intención era venir, trabajar por dos años y volver. Volví y vuelvo a Jujuy pero de vacaciones, porque aquí llevo diecinueve años. En cuanto a lo ahorrado, uno lo ve; por ejemplo, en un mes trabajado, te podés comprar un auto", explicó este orgulloso humahuaqueño que no deja de extrañar su tierra.

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"Se echa de menos lo verde y las montañas porque al vivir en Madrid, no se puede salir al río o ir a una cancha. En Jujuy tenés piedras en todos lados pero aquí no hay. Cuando fuimos allá y mis hijos eran chicos, se guardaban las piedras en el bolsillo", comentó.

Como los pueblos están modernizados y todas las calles pavimentadas, hay que irse más bien lejos para pisar tierra. "No ves casas, son todos edificios. Lo que extraño es ver paisajes de la Quebrada", relató España Liquez que tuvo su infancia en Cuyaya y asistió en su primaria a la Escuela 100 "Francisco de Argañarás" y a la Escuela 171 "Monseñor Miguel Mallagray", instituciones donde guarda lindos recuerdos como también en su adolescencia al asistir a la Escuela de Comercio 2 "Malvinas Argentinas" de Ciudad de Nieva.

Su familia se encuentra entre Jujuy y Buenos Aires y una anécdota que no olvida fue cuando sus padres lo visitaron seis años atrás para compartir momentos inolvidables. "Ninguno de los dos había subido a un avión y se mandaron solos a Buenos Aires y, después, al aeropuerto de Barajas. Lo que les sorprendió a los dos fue que no se encuentra ningún perro en la calle y que al sacar a la calle a una perrita que tenía, se debe dejar limpio cuando hagan sus necesidades en la vía pública, sino se debe pagar una multa", comentó.

Cumplió con el sueño de su madre al llegar a ese lugar donde la Virgen de Fátima apareció en Cova da Iria, Portugal; donde las emociones se vivieron a pleno. Luego, a su papá de conocer el mar.

Para este jujeño con tres hijos dos argentinos y uno español, mantener las costumbres es una linda forma de estar cerca ya que baila folclore argentino en eventos españoles. Mientras, se desempeña como un trabajador más al ser dueño de "Distrito Vietnamita" y sus tres sucursales en Chamberí, Atocha y Las Tablas.

"Lo más tradicional es el pho que es un caldo de huesos de ternera con fideos de arroz y noodles; después los rollitos con papel de arroz con relleno de jamón y tofu", detalló quien le entusiasma cultivar saberes y, en simultáneo, sentir la chacarera, el gato y el escondido en primera persona. "Si bien el fuerte es la comida asiática, yo no dejo de hacer asados, por lo menos dos domingos al mes, ni de bailar porque eso es para mí volver a mis raíces", destacó. Hoy disfruta del arte de la danza porque siente que lo acerca a su tierra de una manera particular, así como tiene la posibilidad de viajar por diferentes países que le muestran otras realidades. Conocer Francia, Italia, Portugal, Japón, Vietnam y Tailandia le abrió oportunidades de disfrutar nuevos lugares y vivir experiencias que rememora con cariño, como lo fue su aventura en Qatar cuando en 2022 fue a ver la semifinal de la Copa Mundial de Fútbol 2022, entre Argentina y Países Bajos. "Fue una fiesta antes, durante y después del partido; pero llegar fue tremendo porque la carretera era: de un lado arena, el camino y, del otro lado, más arena. Después fue de película y en el estadio Lusail no entraba nadie, estaba llenísimo", compartió emocionado quien espera la Finalíssima contra España; tranquilo, con la fe puesta en la Selección Argentina, su favorita.

 

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