El paro universitario de seis días culminó con un fuerte reclamo por la deuda salarial que el propio Gobierno nacional reconoce en el decreto de financiamiento universitario. En Jujuy, la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy (Adiunju) destacó el "enorme acatamiento" que tuvo la medida de fuerza, que en algunas jornadas dejó "totalmente vacía" a la Facultad de Humanidades.
Unju en crisis: más del 45% de los docentes de la Universidad Nacional de Jujuy gana menos de $500 mil.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, la secretaria gremial de Adiunju, Gabriela Gresores, señaló que el apoyo masivo al paro reflejó "la necesidad de los compañeros de expresar su enojo ante los bajos salarios" y el incumplimiento de la Ley de Financiamiento Universitario. Advirtió además que, si el Congreso aprueba el Presupuesto 2026 tal como está planteado, "el aumento previsto para las universidades es ínfimo" y mantendría el deterioro presupuestario y salarial, que ya se ubica "por debajo de los mínimos históricos de la época de Menem, cuando trabajábamos por el boleto del colectivo".
Gresores remarcó el rol estratégico de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) y alertó sobre los riesgos de las políticas de recorte. "Cuando repasamos todo lo que hace la universidad y su importancia social -desde generar conocimiento crítico hasta estudiar impactos de la minería o las condiciones de salud en distintos trabajos- nos damos cuenta de que cada vez hay más proyectos orientados a la destrucción de las universidades públicas", sostuvo.
Según detalló la dirigente, el 45% de los docentes de la Unju percibe menos de 500 mil pesos mensuales, lo que está empujando a muchos profesionales a abandonar la docencia universitaria para migrar al sector privado. Señaló también que el cargo testigo -docente de dedicación semiexclusiva con 20 horas semanales- se encuentra "por debajo de cualquier ingreso mínimo razonable".
A la crisis salarial se suma el financiamiento insuficiente para el sostenimiento de las sedes más nuevas de la universidad. "La Unju está sosteniendo esas sedes con recursos propios y otros ahorros porque no tienen presupuesto asignado. Además, algunos municipios dejaron de cumplir los compromisos asumidos en la etapa de expansión, lo que genera un deterioro serio de la infraestructura", indicó.
De cara al año próximo, desde Adiunju anticiparon que no está descartada una medida de fuerza para el comienzo del ciclo lectivo 2026 si finalmente se aprueba el Presupuesto nacional con recortes para las universidades.
Solicitaron un bono
En este contexto, parte de la comisión directiva de Adiunju mantuvo una reunión con el rector de la Unju, Mario Bonillo, para solicitar el pago -por única vez- de una suma fija no remunerativa de $500.000 como bono de fin de año para todos los docentes e investigadores.
La delegación que presentó el pedido estuvo encabezada por el secretario general, Daniel Roisinblit, acompañado por Gresores, el secretario de Finanzas, Ariel Rivero, y la secretaria de Prensa, Érica Cari. Argumentaron que el reclamo se basa en un deterioro salarial superior al 40% entre 2024 y 2025, en que muchos trabajadores están por debajo de la línea de pobreza y en que se trata de un pedido reiterado durante los últimos tres años sin respuestas positivas.
El rector Bonillo reconoció la preocupación por la caída salarial y se comprometió a analizar la propuesta y brindar una respuesta durante los primeros días de la semana próxima. "Tuvimos una buena recepción. Nos pidieron un tiempo. Es un avance porque nos respondieron y no nos dijeron que no. Lo venimos pidiendo todos los años y para los compañeros es fundamental", señalaron desde Adiunju.