A lo largo del año, la Casa del Jubilado desarrolló una agenda amplia y sostenida de actividades pensadas para acompañar a las personas mayores desde distintas dimensiones del bienestar. El trabajo cotidiano se organizó a partir de propuestas regulares, con horarios estables y continuidad, lo que permitió consolidar la participación y fortalecer el vínculo de los asistentes con el espacio.
Los talleres transforman los ejercicios físicos en propuestas colectivas que se desarrollan a lo largo del año.
La diversidad de talleres ofrecidos respondió a intereses, capacidades y trayectorias distintas, garantizando que cada persona pudiera encontrar un lugar propio dentro de la institución.
El movimiento como eje principal
Las actividades vinculadas al movimiento y la actividad física ocuparon un lugar central dentro del calendario anual. Talleres como gimnasia, yoga, tai chi, zumba, ritmos caribeños, folclore, tango, milonga y música disco-rock ofrecieron espacios accesibles, adaptados y cuidados, orientados a mejorar la movilidad, el equilibrio, la coordinación y la postura.
Estas propuestas transformaron el ejercicio físico en una experiencia colectiva, donde el ritmo, la música y el encuentro favorecieron no solo la salud corporal, sino también el disfrute y la expresión emocional.
Expresión y creatividad
La Casa del Jubilado también impulsó espacios dedicados a la expresión artística y creativa. Talleres de arte y expresión, cuerpo, comunicación y danza permitieron trabajar la creatividad, la concentración y la exploración personal en un entorno respetuoso y participativo.
A través del uso de distintos materiales, técnicas y dinámicas grupales, estos espacios promovieron la autoestima, el intercambio de experiencias y la construcción de vínculos significativos entre los participantes.
El abordaje del bienestar incluyó propuestas orientadas a la estimulación cognitiva, donde se trabajaron funciones como la memoria, la atención y el lenguaje, integrando lo corporal y lo emocional. Estas actividades se desarrollaron de manera dinámica, favoreciendo la participación activa y el compromiso de quienes asisten regularmente. La combinación de ejercicios mentales, movimiento y socialización permitió sostener rutinas saludables y fortalecer la autonomía.
Tecnología y compromiso comunitario
Dentro de la agenda anual, el taller de uso de celulares acompañó a muchas personas mayores en su acercamiento al mundo digital, brindando herramientas básicas para comunicarse, organizarse y acceder a información. Esta propuesta contribuyó a reducir la brecha tecnológica y a fortalecer la autonomía cotidiana.
Asimismo, iniciativas como el Hospital de Juguetes incorporaron una dimensión solidaria y comunitaria, permitiendo que los participantes desarrollen habilidades manuales y colaboren activamente en acciones con impacto social, fortaleciendo el sentido de utilidad y participación.
El valor de las actividades
La participación sostenida en las distintas propuestas refleja el valor que estas actividades tienen para quienes integran la Casa del Jubilado. Cada taller se convierte en un espacio de encuentro, aprendizaje y contención, reafirmando el rol de la institución como un ámbito donde el bienestar se construye colectivamente y en movimiento.