El pasado jueves por la mañana, a las 10:30, el patio de la escuela se convirtió en escenario de un acto solemne. Los cuatro alumnos egresados de séptimo grado tuvieron el honor de izar la bandera argentina, gesto que marcó el inicio de una jornada inolvidable. La emoción fue palpable: era la última vez que compartirían ese espacio con sus compañeros y docentes.
Posteriormente, la comunidad se trasladó al comedor escolar, donde se desarrolló el acto protocolar. Con la entrada de las banderas de ceremonia de la primaria y el acompañamiento de los abanderados del colegio secundario N° 18, se procedió al tradicional cambio de abanderados. Los himnos, el Nacional y el del Éxodo Jujeño, resonaron con fuerza, reafirmando la identidad cultural y patriótica de la región.
Las palabras de los alumnos egresados, de la directora Marta Gutiérrez y de una madre que dedicó un mensaje profundo a su hijo y a los demás estudiantes, dieron un tono íntimo y conmovedor al acto. Luego llegó el momento de los reconocimientos: primero a todos los alumnos de primero a sexto grado, y finalmente la entrega de diplomas a los egresados, quienes recibieron presentes donados por empresas, comercios y pequeños emprendedores locales.
Tras las fotos del recuerdo con familiares y amigos, la jornada continuó con un almuerzo comunitario que reforzó los lazos de unión entre vecinos. Ya entrada la tarde, la plaza del pueblo se vistió de gala para el vals de los egresados junto a sus familias, culminando con la cena de despedida que cerró un día cargado de emociones.
El cierre del ciclo lectivo en la Escuela rural N°362 “Héroes de Malvinas” trascendió la formalidad de un acto escolar para convertirse en un verdadero símbolo de identidad y pertenencia. En Coranzulí, a 271 kilómetros de la capital jujeña, donde la puna se abre paso entre paisajes de altura y aguas termales que brotan como tesoros naturales, los estudiantes y sus familias dieron testimonio de que la educación florece con mucha fuerza incluso en los rincones más alejados de nuestra puna jujeña.