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12 de Diciembre,  Jujuy, Argentina
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Presentaron en Jujuy el programa trinacional Raíces

Con foco en la conservación de semillas y con apoyo de comunidades y municipios.
Viernes, 12 de diciembre de 2025 00:00
PROYECTO PARTICIPATIVO | POR SU ENFOQUE SE TRATA DE UN PLAN EN EL QUE SE TRABAJA CON ADHESIÓN DE COMUNIDADES Y MUNICIPIOS.

Se realizó en Jujuy el lanzamiento del proyecto trinacional "Mejoramiento participativo de los recursos genéticos y sistemas de semillas para la agricultura regenerativa - Raíces". Florencia Barbarich, referente en agroecología y gestión de recursos genéticos, de la Estación Experimental de Inta en Abra Pampa, destacó el carácter participativo y territorial del enfoque promovido por este trabajo que tiene adhesión de comunidades y municipios.

La iniciativa se viene desarrollando hace años y busca fortalecer la conservación de semillas nativas y promover metodologías de mejoramiento genético participativo en territorios históricamente vinculados a la agrobiodiversidad. Es financiado por la Unión Europea a través del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) e implementada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica) con liderazgo técnico de Embrapa (Brasil).

El programa, se desarrolla además en Bolivia y Brasil, y prevé beneficiar a 5.000 agricultores, la mitad de ellos mujeres y jóvenes rurales, e integra saberes científicos y tradicionales para enfrentar los efectos del cambio climático.

El lanzamiento oficial incluyó una clase abierta en San Salvador de Jujuy con la participación de los especialistas internacionales Altair Toledo Machado de Embrapa, y Humberto Ríos Labrada , consultor Fida, quienes expusieron sobre metodologías de Mejoramiento Genético Participativo (MGP) y de Fitomejoramiento Evolutivo (EPB). Las actividades se extendieron durante una semana con recorridos por Perico, Tumbaya Grande, Posta de Hornillos, Miraflores, Abra Pampa, Casti (Yavi) y La Quiaca, donde se realizaron talleres, visitas técnicas e intercambios comunitarios centrados en cultivos andinos como quinua, papa, maíz y porotos.

Sobre este programa, Barbarich, recordó el proceso que dio origen a la iniciativa. "Raíces es un proyecto con el que ya empezamos a soñar desde 2023. Es un proyecto orientado a la conservación de las semillas y al mejoramiento participativo en los cultivos andinos, especialmente para nuestra región", dijo.

Explicó además que Jujuy -junto a Misiones-, fue seleccionada por el Fida por su condición de centro megadiverso, con una vasta riqueza genética y cultural. El proyecto apunta a fortalecer la labor de las guardianas y los guardianes de semillas, quienes desde generaciones mantienen vivas variedades locales.

El objetivo "es seguir trabajando en la conservación de nuestros cultivos andinos y apoyar a los productores que desde hace milenios conservan semillas en sus casas", dijo.

El enfoque de Raíces combina herramientas metodológicas para el diseño de ensayos, capacitación técnica y apoyo en infraestructura y mecanización acorde a la agricultura familiar. Barbarich explicó que se busca reforzar sistemas productivos adaptados a condiciones ambientales extremas, como las de la Puna, y, al mismo tiempo, preservar la diversidad agrícola que sostiene el calendario y las prácticas rituales de las comunidades. "Conservar la gran diversidad de cultivos implica conservar culturas, patrimonio", enfatizó.

En territorio

REGISTRO | DEL TRABAJO QUE SE REALIZA.

En esta primera etapa se trabaja en cinco territorios, Perico en finca El Pongo, Tumbaya Grande, Humahuaca, Casti Yavi, y Santa Victoria Oeste, Salta. Allí se realiza un diagnóstico participativo de agrobiodiversidad para identificar necesidades y estrategias de conservación. Se acompañará, por ejemplo, el funcionamiento de casas de semillas, plantas de empaque o espacios comunitarios de resguardo de variedades, además de iniciativas de agregado de valor a los productos locales. "En general se conserva y se cuida lo que tiene una utilidad y lo que puede venderse", explicó Barbarich.

El proyecto también busca revertir procesos que amenazan la continuidad de variedades locales, como la migración juvenil o la homogenización de los mercados. "Este proyecto viene a apoyar a aquellos productores que siguen con ganas de mantener la diversidad. Cada cultivo tiene su uso y su momento", explicó y no descartó que incluya herramientas y maquinarias, pero aseguró que serán adecuadas a la pequeña escala de agricultura familiar.

De cara a 2026, la agenda prevé aplicar mejoras productivas y ambientales, siempre con un enfoque colectivo y territorial. Se trabajará con municipios de Yavi, Tumbaya y Perico, además de comunidades originarias y organizaciones rurales. Está previsto también optimizar el acceso a maquinaria agrícola apropiada, infraestructura de riego y equipamiento para conservación.

"Este proyecto tiene una mirada distinta, conservar in situ, generar espacios seguros en los propios territorios. No está previsto llevarse material genético, sino apoyar los sitios que las comunidades ya tienen para conservar su propio material", destacó Barbarich.

Respecto al contexto global, finalmente la especialista recordó la urgencia de proteger la diversidad agrícola frente a los efectos del cambio climático. "En un mundo con crisis alimentaria y climática, los territorios con gran diversidad están siendo observados porque pueden brindar soluciones. Si tengo biodiversidad, tengo más capacidad de que alguna variedad se adapte a nuevas condiciones", concluyó.

 

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