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Ganaron en el CFI con un proyecto de fibra de vicuña

En la iniciativa proponen un modelo para el mayor aprovechamiento de la fibra de vicuña.
Lunes, 01 de diciembre de 2025 00:00
EQUIPO | ESTÁ INTEGRADO POR ESTUDIANTES AVANZADOS Y PROFESIONALES JUJEÑOS.

Un grupo de siete jóvenes profesionales y estudiantes de Jujuy, becarios del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en el marco del programa Gestión para el Desarrollo (GPD) presentó una propuesta centrada en la conservación y aprovechamiento sostenible de la vicuña. Bajo el nombre "Proyecto Vico: Vicuña, conservación, comunidad y comercio", el proyecto seleccionado para Jujuy en la Semana Federal de Desarrollo, busca fortalecer la cadena de valor de la fibra de vicuña desde una perspectiva de triple impacto: ambiental, social y económico.

Los integrantes del equipo son Noemí Pérez, estudiante de Ingeniería Industrial; Alan Morales, licenciado en Trabajo Social; Micaela Cachambi, estudiante en Ingeniería Industrial; Anahí Bautista en Relaciones Internacionales; Abigail Trejo, técnica en Administración; Daiana Cruz, ingeniera agrónoma, y Carlos Coraite, licenciado en Antropología.

Todos participaron durante ocho meses en la Escuela Federal de Desarrollo del CFI, un programa formativo que combina clases magistrales, talleres y trabajo territorial. De los 21 jóvenes seleccionados en Jujuy, tres equipos desarrollaron propuestas alineadas con las necesidades locales; el de "Vico" fue el elegido en la instancia nacional para Jujuy, en la que se presentaron equipos con 400 participantes de todo el país.

La propuesta se construyó en diálogo directo con la comunidad originaria de Suripugio, perteneciente a la Comunidad de Acción de Pueblos Indígenas (Campi), agrupación que reúne a unas 30 comunidades andinas dedicadas al manejo comunitario de vicuñas. Suripugio es pionera desde 2014 en la práctica del chaku, que es captura, esquila y liberación respetuosa de vicuñas, y fue elegida estratégicamente por su experiencia y por la pertenencia de uno de los becarios a la región. "Queríamos arraigar el proyecto en un territorio real, con actores que ya vienen trabajando esta temática", explicó Morales.

El enfoque del Proyecto Vico se centra en fortalecer el primer eslabón de la cadena productiva del chaku. Actualmente, Jujuy tiene, según el Inta, entre 60.000 y 80.000 vicuñas, pero solo unas 5.000 son esquiladas anualmente. "Existe un enorme potencial sostenible. La fibra de vicuña es considerada una de las más finas y lujosas del mundo, con cotizaciones internacionales de 500 a 700 dólares el kilo", destacó Pérez, y agregó que, sin embargo, su comercialización está estrictamente regulada por la Convención Cites, que exige trazabilidad, certificación y controles rigurosos.

Uno de los mayores desafíos es la diferenciación entre la fibra de vicuña y la de llama, visualmente muy similar. "Las fuerzas de seguridad muchas veces no pueden distinguirlas en los controles viales, lo que permite el tránsito de fibra ilegal. Esto deprime los precios en el mercado formal y alimenta la caza furtiva", explicó, acotando que esto se busca evitar.

Para abordarlo, los integrantes del equipo proponen capacitar a agentes de seguridad y establecer protocolos conjuntos con las comunidades para prevenir el contrabando. La propuesta incluye tres ejes centrales, infraestructura y logística, construcción de mangas, corrales y caminos de acceso, evitando la actual práctica de trasladar materiales entre comunidades, lo que implica altos costos humanos y logísticos. En tecnología se aspira a la incorporación de drones, walkie-talkies y sistemas de georreferenciación para monitorear manadas, planificar chakus y reducir el impacto ambiental. Y la capacitación en formación en liderazgo, gestión de negocios y negociación comercial, enfatizando en el rol de las mujeres y retención de jóvenes en la Puna.

El equipo dejó claro que su proyecto no incluye procesamiento de fibra ni centros de acopio, pero sí abre la puerta a futuras alianzas con el recientemente inaugurado Polo Textil de Abra Pampa, impulsado por el Ministerio de Producción provincial. "Hoy la fibra se vende en bruto a empresas nacionales o extranjeras", dijeron, acotando que el objetivo a mediano plazo es que las comunidades puedan acceder al valor agregado, tejido, confección y comercialización de sus propias prendas, ya que en el mercado internacional una prenda de vicuña puede alcanzar precios de hasta $300 mil.

La práctica del chaku, según explicaron se hace solo en primavera y verano, y con esquila cada dos o tres años, supervisada por el Ministerio de Ambiente y el Inta que son quienes ofician como garantes del bienestar animal. "Si una vicuña resulta lastimada, el chaku se suspende. Es un sistema de conservación real: una vicuña esquilada es una vicuña protegida, porque pierde valor para el cazador furtivo", destacaron los becarios.

ORGULLO | DOS DE LOS JOVENES GANADORES EN EL TRIBUNO DE JUJUY.

Red Alumni de la Escuela Federal 

Tras presentar el proyecto en la Semana Federal de Desarrollo en Buenos Aires, donde compitieron con representantes de todas las provincias, el grupo ahora busca su implementación. Tienen reuniones programadas con autoridades provinciales para explorar su viabilidad y el acceso a financiamiento. Buscan gestionar líneas de crédito accesibles o fondos no reembolsables para que las comunidades afronten la inversión inicial en infraestructura y tecnología de modo que con el tiempo, los ingresos generados permitan la sostenibilidad del modelo.

Más allá del componente técnico, los becarios destacaron el enfoque territorial, participativo y federal del proyecto. "El CFI nos formó en políticas públicas, pero la clave fue escuchar a quienes ya están en el territorio: las comunidades, el Inta, el Ministerio de Ambiente y actores del sector privado", afirmó Pérez.

Ahora, como parte de la Red Alumni de la Escuela Federal de Desarrollo, los jóvenes se comprometen a difundir la experiencia y alentar a otros a participar en futuras convocatorias del GPD. "Queremos demostrar que desde Jujuy, con identidad local y respeto por la naturaleza, se pueden diseñar soluciones que conserven nuestra biodiversidad, fortalezcan la economía comunitaria y retengan a los jóvenes en sus territorios", concluyeron.

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