Último domingo de peregrinación al Santuario de nuestra patrona, la Virgen de Río blanco y Paypaya. En esta jornada peregrinaron los jóvenes de toda la provincia que estuvieron acompañado a cientos de madres que hoy celebran su día.
La celebración de la palabra estuvo a cargo del obispo de la Diócesis de Jujuy César Daniel Fernández quien hablo del papel de la Virgen como madre nuestra y de la Iglesia.
“El mes de octubre se tiñe con los colores de la madre de Dios. Hoy quisimos celebrar la misa mirando a la Virgen como amparo de nuestra fe, la miramos como aquella mujer que cuida nuestra fe y eso es posible porque la contemplamos como una mujer de una fe asombrosa”
El obispo agregó “sabemos que María va de Nazaret a visitar a su prima Isabel que está embarazada, y le dice feliz de ti que has creído y es precisamente también en el evangelio donde Jesús felicita a su madre porque es aquella que escuchando la palabra de Dios y la pone en práctica esa palabra en su vida”.
El obispo hizo hincapié en que Cristo nos dice que bendita es aquella mujer que escucha la palabra Dios y la pone en práctica
“María se sentía que dios la había favorecido y que Dios la miraba con bondad, ella era un jovencita de Nazaret en donde Dios había puesto su ternura, su amor porque la eligió para que sea la madre de su hijo. Ese tiempo gozoso después se vuelve cruz y ella está ahí firme, atravesada de dolor porque ve morir a su hijo pero a la vez llena de esperanza porque confía en él, porque él le dijo que iba a resucitar Después de la resurrección, María cuida de la iglesia. María oraba junto a los discípulos y como mama los abrigaba en la fe”, dijo el obispo en la homilía.
Agregó que la Virgen es una mujer fuerte de fe profunda y que desde el cielo sigue cuidando de nuestra fe, “porque es propio de la Virgen y de la mujer cristiana es fundamental cuidar de la fe de los hijos. Cuando nos bautizaron es la madre quien le pide al Padre que nos haga hijos de Dios. Cuantas madres nos llevan de niños a la Iglesia, nos enseñaron de la vida de Dios y la Virgen, tomando nuestros sacramentos. Cuantas madres nos cuidan cuando estamos enfermos o las hicimos sufrir cuando nos alejamos de Dios y tomamos caminos difíciles y ahí están las mamas, las mujeres fuertes en la fe que sabe que Dios escucha la oración de sus hijos”.
Indicó que hoy y siempre debemos agradecer la fe que transmiten a sus hijos y esa fe debemos seguir cultivando en nuestros corazones.
“Hoy le pedimos la Virgen que cuide de la fe de los jóvenes, que necesitan de la fe para abrirse a la vida y rechazar la tentación. Necesitamos que los jóvenes se agarren de Dios y que caminen la vida agarrados de su mano. Con una mano tendida en el cielo y otra mano agarrados a la vida, todo es más fácil, más posible”, finalizó diciendo.