Cada año, la celebración del Día del Periodista nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra labor, arraigada en la práctica cotidiana y en la experiencia acumulada. En este contexto de reflexión, surge la ineludible inquietud de reafirmar nuestro compromiso inalienable frente a los tiempos de crisis. Estos momentos difíciles, aunque desafiantes, también permiten que aflore nuestra creatividad y nos impulse a enfocarnos en temas de servicio público, aportando profundidad en cada abordaje.
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Cada año, la celebración del Día del Periodista nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra labor, arraigada en la práctica cotidiana y en la experiencia acumulada. En este contexto de reflexión, surge la ineludible inquietud de reafirmar nuestro compromiso inalienable frente a los tiempos de crisis. Estos momentos difíciles, aunque desafiantes, también permiten que aflore nuestra creatividad y nos impulse a enfocarnos en temas de servicio público, aportando profundidad en cada abordaje.
Hoy nos enfrentamos a una avalancha de información y desinformación que desborda en nuestros celulares desde las redes sociales y una diversidad de medios. Marcar la diferencia se ha convertido en un imperativo, y la clave radica en una práctica periodística veraz, basada en hechos y fuentes confiables.
En un contexto donde los precios de los alimentos, el combustible y los servicios se disparan, resulta difícil apartarse del rol de ciudadano y adoptar las gafas de la objetividad periodística. La realidad impregna lo cotidiano, y nuestra responsabilidad es mayor.
El verdadero periodismo implica canalizar las inquietudes de cada sector, evadir las cortinas de humo, buscar información precisa y narrar procesos, hechos e historias. Este enfoque es esencial para abordar los temas críticos y ejercer nuestra profesión sin morir en el intento.
Por ejemplo, en el sector productivo, es prioritario relatar las dificultades de las comunidades castigadas por fenómenos climáticos como sequías, inundaciones, heladas o plagas. En estos casos, las explicaciones, los antecedentes y los análisis basados en hechos y datos confiables son esenciales. Además, es vital ofrecer un panorama equilibrado sobre la actividad minera y sus actores, abarcando diversas facetas y perspectivas.
Cruzar esta información con datos del ámbito académico y de organismos especializados aporta un valor adicional, permitiendo informar sobre estrategias y cuidados, y visibilizando el impacto del cambio climático.
En estos tiempos difíciles, es un reto despojarse de la subjetividad y la empatía. Narrar historias complejas, como las recogidas en las páginas de "Historias de superación" y "Jujeños por la inclusión", reconocidas por el Concejo Deliberante, demuestra la importancia de reflejar experiencias que pueden ser útiles para otros. Escuchar a una madre de un paciente oncológico, a una mujer que ha superado quimioterapias y ahora ayuda a otras pacientes, o a alguien que enfrenta una enfermedad rara, son ejemplos de cómo el periodismo puede tener un impacto positivo y constructivo en la sociedad.
La demanda de información sigue siendo constante y los medios deben responder con conciencia, preparación y honestidad, diferenciándose de la vorágine de noticias falsas. Replantear nuestro rol y enfatizar la rigurosidad de la información es crucial para ofrecer una opinión bien fundamentada y contribuir al bienestar de nuestra sociedad.
Lo importante es avanzar en la práctica, sin perder la rigurosidad, adoptar otros formatos como la radio, los videos para aportar a la web o al programa de streaming, y adaptarse buscando los lenguajes útiles para cada cobertura, de modo de poder reflejar con eficiencia la información, los relatos y las experiencias de quienes confían en El Tribuno de Jujuy para canalizar la información, necesidades o reclamos.