Desde el mediodía, sobre calle Iguazú, detrás de la vieja terminal, hubos filas interminables y cientos de pasajeros sumidos en la desesperación por subir a un colectivo de las líneas que van hacia Palpalá, Perico, El Carmen y Monterrico que los dejan cerca del acceso sur o cerca de Alto Comedero.
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Desde el mediodía, sobre calle Iguazú, detrás de la vieja terminal, hubos filas interminables y cientos de pasajeros sumidos en la desesperación por subir a un colectivo de las líneas que van hacia Palpalá, Perico, El Carmen y Monterrico que los dejan cerca del acceso sur o cerca de Alto Comedero.
Los pasajeros indicaron que en un día de mucho calor se vivió mucha angustia, ya que tuvieron que esperar varias horas para alcanzar un colectivo interurbano porque la mayoría venía lleno.
Es que en el quinto día de paro, sin transporte urbano y con pocos recursos económicos a fin de mes, para muchos se vuelve casi imposible poder usar remises por el alto costo de los servicios, desde el centro de la capital hacia Alto Comedero cuesta cerca de 4 mil pesos, un precio que pocos pueden afrontar por varios días consecutivos.
Otro fenómeno que surge en días de paro, son los “compartidos truchos”, estos vehículos cobran pasajes entre 1 y dos mil pesos desde la capital hasta Alto Comedero. Suelen circular escondidos de las autoridades, ya que no cuentan con las habilitaciones necesarias, pero entre los pasajeros se pasan los datos de aquellas personas que están prestando ese servicio.
También están surgiendo “mototaxis” que prestan servicio a conocidos y vecinos por un precio menor al de un remis, que ronda entre los 700 y 1500 pesos.
En estos días y ante la necesidad de llegar a casa o al trabajo, cualquier alternativa que permitas parece ser bienvenida por los usuarios.