Este año, la tradicional peregrinación por la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya tuvo gran participación de fieles con sus propias imágenes y hubo fuertes testimonios de fe y pedidos de justicia.
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Este año, la tradicional peregrinación por la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya tuvo gran participación de fieles con sus propias imágenes y hubo fuertes testimonios de fe y pedidos de justicia.
Mónica Cunchila y Juan José Rueda, padres de Iara Rueda, caminaron con un profundo propósito: "Hemos venido como siempre a ver a la Virgen a pedirle justicia", expresó Mónica, en referencia al femicidio de su hija. A pesar de los cuatro años transcurridos, el dolor sigue presente. "La Virgen nos escuchó, nos da la fortaleza, nos mantiene en pie", agregó, mientras su esposo José Rueda pidió bendiciones para su familia y el descanso eterno de Iara.
Entre los fieles también estaba Inocencia Salazar, quien, junto a un grupo de mujeres, llevó una imagen de la Virgen, propiedad de Florencia Canavire, por 15 kilómetros en un carrito ."Todos los años venimos, somos varias y algunas ya de edad. El mensaje del obispo Fernández fue muy bueno, sabemos que hay muchas necesidades. Nosotras pedimos salud y trabajo para la familia, para todos los peregrinos", expresó Salazar, junto a Rosa, Juanita y Luisa de Malvinas.
Otro grupo, encabezado por René Cruz, cargaba una imagen heredada de generaciones de su abuela Aurelia Alarcón. "La reflexión está bien, dijo la verdad de lo que estamos viviendo hoy. Está difícil para los mayores y la gente joven. Pedimos salud y damos gracias a la Virgen porque nos protege a la familia y a quienes nos acompañan en la novena, los rezos del día", dijo explicando que fueron veinte los vecinos y amigos de Alto Comedero.