El Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) se refiere al sueldo mínimo oficial que se establece para los trabajadores. Se determina a través de negociaciones entre el gobierno, los empleadores y los sindicatos, y se actualiza periódicamente para tener en cuenta factores económicos como la inflación.
El Gobierno oficializó un nuevo aumento del salario mínimo vital y móvil. A través del Conejo Nacional del Empleo, la administración libertaria determinó que, tras dos aumentos consecutivos, en marzo la suma alcanzará los $202.800.
La medida había sido oficializada con la publicación de la Resolución 17/2024 publicada en el Boletín Oficial. Los valores dictaminados por el Gobierno son fundamentales para definir el piso salarial de los empleados que no se encuentran por fuera de los convenios colectivos de trabajo.
El Gobierno confirmó los nuevos montos del salario mínimo vital y móvil
La Resolución detallaba los aumentos progresivos que iba a reflejar el salario mínimo desde diciembre 2024 a marzo 2025. De esta manera, y comenzado el tercer mes del año, fue oficializado el nuevo monto mínimo para las remuneraciones.
Así, tras el ajuste de marzo, el mismo quedará en $296.832 mensuales. Esto refleja un pago mínimo de $1.484 por hora.
Cabe recordar que el aumento de febrero había llevado la remuneración básica a los $292.446 mensuales - $1.462 por hora -luego de que en diciembre el valor cerrara en $279.718 por mes.
Qué es el Salario Mínimo Vital y Móvil
El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) es un derecho constitucional (artículo 14 bis) y está reglamentado por la Ley de Contrato de Trabajo, definiéndose como el ingreso mínimo que un trabajador puede recibir por su labor. Es determinado por un Consejo integrado por representantes empresariales, gremios, el Estado Nacional y el Consejo Federal del Trabajo. El SMVM es inembargable, salvo por deudas alimentarias, y su monto debe considerar las necesidades de los trabajadores y sus familias, según el Convenio 131 de la OIT, junto con factores económicos y productivos.
Además, el SMVM influye en prestaciones sociales y cuotas alimentarias. Sin embargo, tras la devaluación de diciembre pasado, su poder adquisitivo ha caído más del 30%, situándose por debajo del valor registrado en 2001, previo a la crisis de la convertibilidad, marcando una tendencia decreciente preocupante.