"Me venís faltando el respeto, me dijiste que iba a jugar y me sacaste de la nada..." Fue la frase, el comentario que empezó a calentar la charla entre Marcos Rojo y Miguel Russo después del partido entre Boca y Bayern Munich, cuando el DT del "xeneize" terminó priorizando que jugara Ayrton Costa incluso con una molestia física (que luego derivó en lesión muscular). A partir de ahí, la cumbre entró en una situación de no retorno, que terminó por confirmar el fin de ciclo del defensor en el club. Si eso ya era una sensación instalada ya desde el debut, en ese momento terminó por sellarse.
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"Me venís faltando el respeto, me dijiste que iba a jugar y me sacaste de la nada..." Fue la frase, el comentario que empezó a calentar la charla entre Marcos Rojo y Miguel Russo después del partido entre Boca y Bayern Munich, cuando el DT del "xeneize" terminó priorizando que jugara Ayrton Costa incluso con una molestia física (que luego derivó en lesión muscular). A partir de ahí, la cumbre entró en una situación de no retorno, que terminó por confirmar el fin de ciclo del defensor en el club. Si eso ya era una sensación instalada ya desde el debut, en ese momento terminó por sellarse.
"Eso que se dice, yo no hablo. Hablaré cuando yo entienda que es el momento. Son situaciones mías, lo más importante es el partido de mañana (por el de Auckland)", fue la declaración posterior de Miguel ante la consulta que dejó en claro que algo había pasado. Russo, entendiendo lo que Boca se jugaba, decidió no tirarle más fuego al fuego. Aunque dejó la llama prendida.
"Si tenés problema, ¿por qué no te vas?" Fue la otra frase que terminó de encender la reunión, que se dio en la mismísima Universidad de Barry, el búnker de Boca durante la primera parte del Mundial de Clubes. Ahí, el DT de Boca, fue contundente con el defensor. Con un ayudante de testigo (al estilo Bilardo, su padre futbolístico), le dio pie a la respuesta de Rojo que terminó por sacarlo del club.
"Si querés que me vaya, me voy, no quiero problemas. Hablamos con los dirigentes y listo", fue la sentencia del central, que llegó al club en el 2021 como el primer refuerzo top de la era Riquelme y que tuvo precisamente a Russo como técnico en esa primera etapa de su vida en Boca. Igualmente desde la dirigencia ya tenían decidido no renovarle el contrato que vence en diciembre, todo este escenario terminó de precipitar su final antes de tiempo.