Después del triunfo 1-0 de Deportivo Madryn frente a Deportivo Morón terminó estallando en una fuerte batalla campal que obligó a un rápido accionar del personal de seguridad. Lo que había comenzado como un cierre tenso por la definición del partido se transformó, en cuestión de segundos, en una escena descontrolada dentro del estadio Abel Sastre de Chubut.
En el círculo central se desataron intensos disturbios entre los dos planteles, que se involucraron en empujones, insultos y golpes en medio de un clima completamente desbordado.
La policía ingresó al campo de juego con el objetivo de calmar los ánimos, pero la respuesta de ambos bandos fue igual de hostil, lo que dificultó cualquier intento de contención. El enfrentamiento se extendió varios minutos y generó un caos generalizado que sorprendió a los hinchas y autoridades presentes.
El origen del conflicto estuvo en las fuertes protestas de los jugadores del "gallo", quienes, apenas finalizado el encuentro, se abalanzaron sobre el árbitro Pablo Echavarría para reclamar por lo que consideraron un arbitraje polémico y perjudicial. Según denunciaron, varias decisiones clave habrían favorecido al conjunto local, lo que encendió la chispa que derivó en los incidentes posteriores.
Madryn ganó 1-0 a Deportivo Morón por la vuelta de las semifinales del Reducido de la Primera Nacional. El único gol del encuentro lo convirtió Santiago Postel, a los 15 minutos del primer tiempo.
Si bien el duelo de ida terminó con victoria para la visita por 1-0, el cuadro patagónico terminó avanzando por ventaja deportiva ya que finalizó la fase regular del torneo en una posición más alta en la tabla.
El duelo comenzaba con la polémica en la que el Tribunal de Ética decidió sancionar al entrenador Walter Otta por 30 días debido a una "fake news".