Si alguna vez soñaste con recibir un «abrazo calentito» de verdad de los personajes de Disney, estás cada vez más cerca. Es que acaban de romper la barrera entre la animación y la realidad con su nueva creación: un robot de Olaf de «próxima generación» que no está atornillado al piso de una atracción, sino que camina suelto y con una fluidez que asusta (en el buen sentido).
Olvidate de los viejos animatrónicos rígidos. Lo que se presentó en Disneyland Paris es un salto tecnológico impulsado por Inteligencia Artificial que promete cambiar la experiencia en los parques para siempre.
La división de Walt Disney Imagineering (WDI) mostró al mundo a este pequeño Olaf durante la presentación de las novedades para el área World of Frozen. ¿Lo más impactante? Su capacidad de movimiento.
A diferencia de los robots tradicionales que siguen un script mecánico, este Olaf utiliza un sistema de aprendizaje por refuerzo (Reinforcement Learning). Básicamente, la IA «aprendió» a caminar simulando la física de un niño pequeño (o de un muñeco de nieve torpe), logrando ese andar tambaleante y adorable que vemos en las películas.